Las ráfagas de viento
nos alejan del asfalto
y nos dejan caer sin estrellarnos.
Las ráfagas en la tierra,
no en el cielo,
sólo en la tierra:
son de palabras.
Las ráfagas
son un vacío que se llena.
Desde la ventana,
por estas horas
las ráfagas saltan.
Sergio Astorga
Tinta/papel