martes, 31 de mayo de 2016
sábado, 28 de mayo de 2016
jueves, 26 de mayo de 2016
miércoles, 25 de mayo de 2016
martes, 24 de mayo de 2016
jueves, 19 de mayo de 2016
Semana de México en Oporto
Como han visto este Abarrote ha estado silencioso en estos Antojos, debido a que en un acto de sublime obstinación se ha echado a los hombros, cadera y esternón, la tarea de cubrir cronicando, la Semana de México en Oporto, Portugal.
Toda la crónica la pueden seguir o revisar o comentar o ignorar en el otro blog: Conversa en el balcão del Abarrote.
Disculpen las molestias que esto les pueda ocasionar.
Recuerde que no tenemos sucursales.
Los espero con la pluma y los brazos abiertos, y las orejas y los ojos.
Por la atención prestada cumplidas gracias.
miércoles, 11 de mayo de 2016
lunes, 9 de mayo de 2016
sábado, 7 de mayo de 2016
viernes, 6 de mayo de 2016
El Sr. de la Puerta
En su reposo se reconoce y su tropo queda intensamente enardecido, como si la oquedad de la entrada sea la misma oquedad de la salida. Su presencia se oculta al ojo y se demuestra en taco. Su conciencia, fofa para los estudiosos de la conducta es estatua venerada por los que saben que les ha nacido una puerta cuando la madurez de su edad les daba la fertilidad. Así le ocurrió al Sr. de la Puerta. Un día, en que se fraguo su gozo, una puerta le creció como si hubiese una respuesta después de tanto extravío.
El único problema es encontrar la llave para saber si el otro lado es igual o distinto o, si es estéril la imagen de la puertas que aparecen. El tesón es el remedio, aunque su sabor sea tan amargo como aquella agua que ya no es metáfora de nada.
jueves, 5 de mayo de 2016
miércoles, 4 de mayo de 2016
EL Sr. Nada
El Sr. Nada ha vivido siempre de nada, por la nada, es decir, la nada ha sido su razón de ser desde el inicio de su tiempo, que es una nada significativa, cuando menos para él. Su vida, en verdad, no tiene nada que sea digno de contarse. Sin embargo, por muy nada que sea, no se puede apartar así de nuestras lecturas, por nada. Es por eso que me esfuerzo por encontrar entre tanta nada, algo que pueda ser de su interés.
Vayamos por partes, porque una nada también tiene anatomía, un cuerpo, aunque no se parezca a nada. El Sr. Nada nació en un tiempo en que la nada lo cubría todo, así como un latido sin noche y sin labios. Pasó su infancia en naderias, tiernas, en comparación con otra nadas vitales. Su juventud fluyó en una especie de Áperiron que le valió enemistarse con muchas nadas que insistían en el valor de el vacío como su Arché.
Lo interesante es que sus recuerdos son una especie de fibrilación sin contornos, lo que le ayuda a no contaminarse y conservarse en estado puro.
Hoy es una nada adulta que madura en una inmensa nada que se aquieta al caer la tarde.