Antojos
lunes, 21 de mayo de 2018
Lección decimoquinta
A veces el tiempo se palpa áspero cuando las puertas crepitan en su vestidura carcomida.
Un gesto de materia que nos obliga a mirar, sugestionados, la abolición de la entrada.
Fotografía: Por las Ruas de Oporto, Portugal.
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