jueves, 31 de enero de 2019
martes, 29 de enero de 2019
El Sr. Balmiro y el círculo rojo
En las cuitas cotidianas el Sr. Balmiro, cebo de todos los envidiosos, se esmeraba en tener su mundo sin tristura. Sencillo, nocturno, discreto, se pasaba la vida contemplando el círculo rojo que con tanto esmero recibió por herencia. Su padre, diácono, coleccionista de dragones, le dijo, justo tres días antes de entregar el espíritu a lo recóndito: “Esta esfera ha estado en nuestro poder desde hace 400 años, Hernando, el Alquimista, la insufló con la cabeza de dos dragones que él mismo cazó. Desde entonces ha pasado de mano en mano. Espero que te cases y entregues a tu mujer esta herencia que ya es hora que en regazo de mujer se devele el misterio”
El Sr Balmiro, comenzó a inquietarse. Inmóvil, no conocía mundo, mucho menos mujer. Obsesionado, en penumbras su cuarto, tuvo por un momento una clarividencia, una piel blanca, tersa como el beso que recordará siempre. El aleteo de un espectro al poniente, como saliendo de un ademán de la noche. Embelesado por esa revelación, el tiempo introdujo una multitud de signos sensuales. Es necesario decir que el poder de la invocación era tan fuerte que el temblor de un cuerpo tomó forma y el Sr Balmiro, sintió la volcadura de su mundo, se dejó llevar abandonado. Sin orientación confiaba en la imagen. Se hundía en esas ausencias, ese amargo sabor de la aparición como cuando los pies descalzos sienten frío. Quería palabras para no deformar su vivencia. Todo fue vano. El aleteo de la presencia lo exploraba como esos juveniles umbrales del pasado. Las formas de la felicidad son inapelables. Quién, puede escuchar esas ausencias. Quién, le pondrá vestidura a esta profundidad. El círculo rojo brillaba incandescente. Quién, le dirá al Sr. Balmiro que todo es producto de la página en blanco.
lunes, 28 de enero de 2019
sábado, 26 de enero de 2019
jueves, 24 de enero de 2019
El elefante y la manzana
Un elefante se balanceaba por el jardín cuando se encontró con un una manzana entre la yerba. Con su trompa mano inspeccionó el fruto, porque sabía que era un fruto, que para eso tenía memoria. Si me la como pensó, ya no sería muy honesto, tendría que saber si tiene dueño. Aunque era paquidermo, piel dura, tenía una conciencia milenaria. Desde la última glaciación un prurito territorial le afligía. Olisquea, merodea. Su ayuno tropezaba por primera vez con la indecisión. Si fuera hombre, retaría, conozco la historia, pero yo, un monumental herbívoro, no puedo darme el lujo de romper la cadena cultural.
Esto es horrendo, se quejaba balanceando su orgullo majestuoso. Yo no sé en este caso como consolar y para abreviar me comí la manzana que por algo soy omnívoro facultativo.
miércoles, 23 de enero de 2019
lunes, 21 de enero de 2019
sábado, 19 de enero de 2019
Prisión de largo instante
El instante, se diría, que fluye en el secreto inmóvil, ardiente. Nunca cede a la presión externa. El río de la calle no perturba esa aldaba de bronce fundida en nuestra frente. El instante se cierra en la libertad del juramento de ese grito que se escucha cien veces, cien: aquí no entra nadie.
Los nombres se adhieren para confundir la realidad que los modela. Entonces, algo que no somos nos crece al entender que por instantes, somos presente.
jueves, 17 de enero de 2019
Nocturno día
Lo que el silencio deja pasar
la saliva lo contiene.
La mano, que se atreve
con los labios duros
a tocar los perfiles de las cosas
enciende la sangre, la hace fiebre.
Todo lo que hace silencio
hace muro, hombros anchos.
Una ceguera nos asalta
y de la boca del estómago
un temor de sombra grita.
Cielo, humo, son recuerdos
que salen al paso victoriosos.
Es inútil borrar el tiempo que se queda
sin pensar que todo está fuera de ti,
en ese silencio que cierra la puerta
amorosamente el laberinto de tu oreja.
miércoles, 16 de enero de 2019
viernes, 11 de enero de 2019
sábado, 5 de enero de 2019
martes, 1 de enero de 2019
"Animalia" Feliz año 2019
Al prójimo que trota, bufa, ruge va dedicado el Calendario "Animalia de los Antojos 2019" Nos podemos identificar con alguno de ellos, como nagual sabio y radical. Con esta sabia les deseo un fornido año nuevo con la indómita imagen del reflejo.
Si usted quiere buscar su álter ego, recuerde que el Calendario está a la venta. Sólo diga, que interpretaremos su deseos de inmediato.
Un fuerte abrazo para todos, suntuoso e instintivo.
Sergio Astorga