sábado, 30 de junio de 2018

El tío Lorenzo


Al tío Lorenzo le gusta comer pizza. Le gusta horneada de jamón con piña, partida en cuatro. Cada pedazo le sabe a gloria. Sucumbe a su gusto y su mordida es limpia, absoluta. Es puntual, nueve de la noche. Sentado en la mesa del fondo. Vino tinto y esa mirada que espera disfrutar las habilidades de Matías, que llegado de Verona, abrió la pizzería que le cambió la vida al tío Lorenzo.
Yo lo acompaño muchas noches. No hace falta charlar. Sólo esa inquieta sensación del disfrute. 
No me acostumbro a comer en silencio. Se deposita en el aire la mirada del tío Lorenzo y consumo el limitado abecedario del sabor de la pizza. Por fortuna siempre pido aceitunas y eso, amigos, me reconforta.

viernes, 29 de junio de 2018

El Señor Puntilla


El Señor Puntilla tomaba nota. Lápiz afilado, goma blanda, papel blanco grueso y una pulcra disposición del sacapuntas, regla y diccionario. En sus archivos podía encontrarse desde la receta médica contra la gota del bisabuelo, hasta el último ladrillo comprado para componer la barda de la casa. Su esposa, Irene, según sus notas, la conoció en mil novecientos treinta y dos, se pasaba las tarde tejiendo bufandas y manteles con una facilidad que asombraba. Los dos aislados en sus mundos, podían vivir tranquilos, sin disputas ni reproches inútiles. 
Lo recuerdo con claridad, sentado sentado en su silla, encorvado, tomando notas de todo. Me intrigaba cómo podía enterarse del mundo exterior y tomar nota de él. Sorprendente la forma en que coincidían los dos mundos. En su libro de notas estaba la vida entera, minuciosamente apuntada, corregía y repetía en voz baja lo que escribía, como en trance de vidente.
Cada uno tejía, seguían su propio hilo. Empecinados en pasar el tiempo de la mejor manera. 
Irene y el Señor Puntilla están apasionados, el silencio los mira y los respeta. 
Soy testigo metódico, como el olor de la árnica en mi tobillo. 

jueves, 28 de junio de 2018

De prisa



Sigue corriendo le gritaron. La liebre había quedado atras; la tortuga también. Casi sin aliento se debate entre Zenón de Elea y Heráclito. Dejó confuso a Lafontaine y no tuvo la gloria de Marathon. Pero, corrió y corrió por su vida. En paralelo, en zigzag como todo el que tiene prisa de llegar a una meta siempre hipotética.

miércoles, 27 de junio de 2018

La culpa es de Ariadna


El minotauro llegó con dolor de barriga y de los belfos le salía una espuma fétida y viscosa.
De su estómago sacaron hilos que daban para urdir cualquier laberinto que se precie de serlo.
Con dieta blanda, se recupera en una ganadería de reses bravas. Un pienso equilibrado lo mantiene atento a cualquier reclamo mitológico.

martes, 26 de junio de 2018

Pregón


El hombre de hojalata no sabe poner las manos en otras manos. Tiene el corazón en una de ellas. Anda manejando distancias sin saber llegar al fin.
Palpita con ese chirrido metálico que se deja escuchar calle a calle y que los vecinos confunden con un día de normal bullicio. 
Si miras al hombre de hojalata cruzar por tu camino no pongas el punto final a su pregón, que ese tintin es de suplica, como el de todo corazón andante.

viernes, 22 de junio de 2018

Instantánea de verano


Todos subieron al coche para ir en busca del verano. De la arena, del sol candente; de las papás fritas con chile tumbados en las toallas de rombos y de lineas rectas con colores de alarido. Con las discrepancias solidificadas por la costumbre, el trayecto fue acompañado por una llovizna pertinaz.
Al llegar a la costa, se arremolinaron en los asientos del coche. Conformes con su destino permanecieron en silencio. Comenzaron a circular las papas y los refrescos y a morder las tortas de salchicha con huevo. Después de tres horas de espera y las intempestivas salidas a tirar las aguas. Decidieron tomar por asalto la playa antes de que ese oculto sol diera por terminada su aparición. Extendieron las toallas sobre la arena mojada. Se oyeron respirar, rezongar pero nadie se movió. Comenzaron a imaginar cómo sería un buen día. Yo creo que por eso hasta que dejó de llover recogieron sus toallas húmedas y volvieron al coche sin mirarse, cada uno con su imagen del buen día en sus cabezas. Cuando llegaron a casa vieron sobre la mesa la cámara fotográfica olvidada. Se alegraron de que cada uno tuviera un recuerdo intransferible.

martes, 19 de junio de 2018

Aviso angelical


Desde el último cielo el número de ángeles aumentó debido a la deshidratación de sus celestiales cuerpos. El calor ambiente y la indiferencia humana han hecho estragos. Por eso, el blanco y negro domina el paisaje.
Si usted tiene calculadora de nueve dígitos sabrá del peligro de un hacinamiento global. El humor negro hará época en alta voz. Raspen las nubes sino me creen. Las inscripciones permanentes en el firmamento lo dicen, independientemente de nuestro oficio de tinieblas. Es natural que entre cientos de presagios nos den ganas de no hacer caso.
Están avisados lo avezados del Norte y del Sur. Hagamos continente.

miércoles, 13 de junio de 2018

Media sentencia


No basta el sol para secar la ropa. Lo digo sin convencimiento.

Fotografía: alguna Rua do Porto, Portugal.

martes, 12 de junio de 2018

Beso ambulante



Amante como era, las mil bocas se le pegaban a su cuerpo como un rostro querido. No hace falta decir el alboroto que se vivía en el octavo piso de la calle tres. Ella sólo daba el primer beso, nunca otro.

domingo, 10 de junio de 2018

Día de Camões


El caracol suena en sus bronces inventando la fama y la gloria de los que nacieran con carne y con hueso. Todo viene del mar. Aquí en Portugal lo supieron.

viernes, 8 de junio de 2018

Día de museo


Cansado de mirarse a sí mismo se fue al museo a buscar lavarse la cara con los retratos que hicieron los pintores del siglo dieciséis. Miró rostros de cardenales, reyes y gente común. Se vio representado, encontró semejanza en cada uno de ellos. Se reconoció, se palpó y descubrió su insignificancia entre tantos ojos y narices. Fue entonces, que entró a la sala de de arte del siglo xx. De inmediato se despreocupo con esos rostros que no representan a nadie y que sólo personifican una intención de trazo, de gesto, de existencia. Destinado a ser hombre, sintió un alivio encontrarse en esa levadura de lo informe, en esa confusión de rostros que pueden tener o estar en cualquier cuerpo. Caras que tienen nombre de color, espacios que rasgan la forma. De prisa, entre corredores, buscó esconderse, se acodó en la ventana, alargó la vista y comenzó a reconstruirse como parte de esa masa que lidia con su realidad día con día.

En recta conciencia se puede concluir: se tienen que visitar los museos en domingo y en familia, para que la tribu consuele.

jueves, 7 de junio de 2018


La mesa dispuesta. Las jarras, la fruta de la estación en convivencia sobre un mantel de lino, reservado para las ocaciones fértiles, las que convidan a sentarse y contemplar. Así fue, ningún miembro de la familia se atrevió a descomponer la puesta en escena. Pasaron las horas. Sentados frente a la mesa poco a poco sintieron como les invadía una pesadez contemplativa que literalmente los engulló. 
La mesa sigue puesta, en espera de los familiares lejanos. 

martes, 5 de junio de 2018

El errante caso del casi fauno


Bucólico, errante, sin saber que por una efervescencia retórica su condición de fauno o de sátiro quedó mermada. Deambula sereno y triste en las noches sepias de los bosques. Abstemio y casto, ha estado confinado todos esto años a entonar cantos a la luna. Clama por sus derechos perdidos, sin embargo, con la ironía propia de su ADN sus lamentos se rinden ante la costumbre de los que se creen definidos en su ser y estar. Tal vez la pasión amorosa lo rescate en otras mitologías. 
Dejo constancia de su imagen por si alguien quiere seguirle el rastro.

lunes, 4 de junio de 2018

Sentencia decimoséptima


La fragilidad hace esquina cuando va para arriba o cuando desciende. Pasar de largo, es lo común.

viernes, 1 de junio de 2018

Junio



En tan alegre peregrinación de nubes algunos rostros aparecen sin pedir nada y sólo nos miran como esas tardes en las que no nos visita nadie. Estiremos este junio como aquella frente limpia de afeites, y busquemos el aro que quepa en los dedos del mes.