domingo, 21 de febrero de 2016

En dirección prohibida


Lo que le puedo decir con certeza es que el problema no es bajar, es subir, difícilmente consigo. Mis esperanzas están puestas en un sólo plano. Ni con un látigo puede hacerme subir. No se da cuenta que tengo insuficiencia corporal. No me arrepiento, aquí a ras de suelo se consigue respirar mejor. No creo en la superación personal a base de subir escalones. No voy a dar espectáculo. No deja de ser un símbolo eso del esfuerzo, es mejor la naturalidad, la flotación elemental del rodamiento. Ni lo piense, estos pies míos están decididos a tener una relación íntima con la horizontal del camino. No admiro los prodigios cuando tienes dolor de rodilla. Yo no escatimo placeres de tierra por devaneos de altura. Esos ademanes, por más históricos que sean, no me convencen para menear este mi cuerpo. No estoy arrepentido, no se equivoque, yo miro y ese estruendo para mi es un movimiento perpetuo. Rencor no tengo y este bochorno que me hace pasar lo tomo como parte de la convivencia. No disimule su prisa, si usted quiere, suba, que aquí lo espero, no hay hastío, ni desconfianza, sé que volverá por mi porque es usted un profesional. Soy sistemático, que por algo mi aritmética tiene prioridad en mis desiciones. Ya le dije, suba y después baje, que es así como se cumple el ciclo. No se preocupe, se mira que usted un un excelente guía de turistas, suba, suba, que no voy a pedir que me devuelva el dinero. Yo aquí me quedo, firme como un Atlas sosteniendo tierra.

Fotografía:en alguna calle de Porto,Portugal