miércoles, 30 de abril de 2008

La Llama Doble

Antes que las mejillas se encontraran con claveles.
Cuando el mar era de yodo
y los balcones se llenaban de barcos.
Ya era llama.
Cuando en las azoteas las sábanas tendidas
ignoraban el silbido de los trenes
y la ingle era la sangre del incendio.
Ya era doble.
Antes que el cobalto enterrara la mentira
y el pulso del barro fuera fuego.
Ya prendía.
Antes que los yacimientos de la fiebre
fueran el alimento de la ansia.
La llama doble ya enlazaba.
Y era carne de palabras
y un teatro de gestos
y un sudor en rojo
y un resplandor diluido
en humo en plata:sombra a sombra.
Y luego llegaron los huesos de ternura
y las miradas nocturnas y felinas
y el rencor
y los cuchillos
y las estepas de hambre
al otro lado del asfalto.
Antes que los halcones hundan negros
y la cólera fugaz haga su nido.
Y cuando tengan frío nuestros nombres.
huye y quema, en doble llama,
este árbol que parió la luz primera.
Sergio Astorga


"La doble llama"Acuarela sobre papel, sobre tela (20 x 50 cm.) Alude al libro de ensayos de Octavio Paz del mismo título que afirma: «El fuego original y primordial, la sexualidad, levanta la llama roja del erotismo y ésta, a su vez, sostiene y alza otra llama, azul y trémula: la del amor. Erotismo y amor: la llama doble de la vida».


domingo, 27 de abril de 2008

Signos sobre tela


Más rápida que la fiebre, el vacío del cómo y el porqué. Sobre la palma de mi mano sílabas de formas, no de palabras, de imágenes. Martillos sonoros sin nombres. Letra a letra el ojo al desnudo y un fluir de colores errantes.
Los porqués son claros como los puñales, pero el cómo, se colma fofo en mi garganta.
La escritura y el dibujo son ramas del mismo árbol decía, quería, sudaba.
Palabra y línea: la primera en el tiempo, la segunda en el espacio. El sonido necesita transcurrir; la forma de un lugar. El sol camina por la noche, la luna por el día, veía, oía, soñaba.
Un signo para otro signo: designio. Designar y profanar única manera de atrapar el agua de las piedras: los latidos del papel.
Apuraciones, disyunciones y figuraciones; mono sin gramática, trazo sin retraso, y águila o sol para el que mira.
Acompañar a Paz, con Paz; a plenitud hora tras hora, cuadro a cuadro en hechuras y mudanzas, en líneas solitarias y diálogos del rojo en amarillo. A través de quince cuadros deletrear de memoria la voz de un poeta.

El primer cuadro (acrílico sobre tela 35 x 92 cm.) alude, nunca ilustra, el poema El Río, del libro La Estación Violenta.
“La ciudad desvelada circula por mi sangre…” comienza el poema.
“Y el río remonta su curso, repliega sus velas, recoge sus imágenes y se interna en sí mismo”. Ultimo verso.

Solo diré que el poema esta escrito íntegro en el cuadro y después fue apagado, raspado, esfumado; la escritura es signo de signo, imagen y silencio.
¿Y la voz?

sábado, 26 de abril de 2008

Entre Granitos




En el corazón del burgo medieval, entre granitos amparada, la Rua (calle) de Sant’Ana sube o baja según encaminemos nuestros pasos. Si nuestros pasos son mentales, un eco nómada nos recuerda que el espacio y el tiempo son la médula del instante. Por el contrario, si nuestros pasos son los simples e inconcientes trayectos cotidianos, al subir por la rúa de Banharia tendríamos que tomar aire y pisar con cuidado; si bajamos por la Sé (catedral) tendríamos que tensar los músculos y equilibrar el paso para no rodar estrepitosamente. Caminar en el medioevo no permite ensoñaciones que nos alejen del paso a pasito.
El rostro de las ciudades se transforma a diestra y siniestra y nuestra imaginación reconstructiva es un fósforo de encrucijadas voluntariosas e inciertas; la Rua de Sant’Ana se llamo en un inicio Rua das Aldas, se cuenta que es la calle más antigua de la ciudad de Porto; el cambio de nombre, no se sabe en que momento se realizo pero, lo que si es irrefutable es la razón de la mudanza, aquí se encontraba la cerca de etilo románico y una de la puertas de entrada a la ciudad, se conocía como arco de Sant’Ana, por tener un nicho con la imagen de Santa Ana y el Niño. El arco fue demolido en 1821, pero el nicho y la veneración continúan. La imagen original, se encuentra a buen resguardo en el Museo de Arte Sacra, y en el nicho se encuentra una réplica, veladoras encendidas y flores con devotos perfumes.
Antes del nicho o después; de subida o de bajada según nuestro recorrido, llegamos al número 36 y a una puerta verde que tiene escrito Modo Urbano. Maria José y Adrião son los amables y valerosos dueños de este espacio de varia invención; en la parte baja podemos encontrar ropa, bolsos, aretes, cuadros, libros y un calor medieval y cosmopolita en el trato. En el segundo piso, subiendo una escalera blanquísima y estrecha se encuentra el espacio de exposición.
El 15 de diciembre del año pasado expuse mi trabajo en este espacio, fue la primera exposición de pintura, Modo Urbano abrió sus puertas el día 4, motivo suficiente para sentir un apego urbano e intemporal.
Cuando Adrião me convido a realizar otra exposición en Modo Urbano, y al decidirnos por el 19 de abril, recordé que ese día se cumplían 10 años del fallecimiento de Octavio Paz, una de mis voces de cabecera, y podríamos realizar un íntimo homenaje al presentar trabajos alrededor de su obra. Octavio Paz no es desconocido en Portugal, la “inmensa minoría” -para recordar A Juan Ramón Jiménez- sabe que Paz dio a conocer en castellano a Fernando Pessoa y que en el libro Cuadrivium, ensaya sobre la poesía de cuatro poetas: Pessoa (portugués) López Velarde (mexicano) Rubén Darío (nicaragüense) y Luís Cernuda (español).
- Está combinado – me dice Adrião, forma muy portuguesa de afirmar que no hay mas que decir y que el compromiso es mutuo.
De nuevo la sensación de ver sobre la solidez del granito de la cerca románica la transparencia húmeda de la acuarela y un tiempo de otro tiempo transcurriendo entre granitos.

viernes, 25 de abril de 2008

COM PAZ


La voz de un poeta tiene la capacidad de deslumbrarnos y confrontarnos con lo que somos, con lo que pensamos que somos o con lo que ni siquiera soñamos que podíamos ser: a través de su palabra el mundo es otro y es el mismo, somos habitados por sonoridades y significados que repercuten en nuestra conciencia como otra respiración y nuestra sensibilidad se recubre con otra piel. La palabra no solo representa la realidad, es realidad. Con la palabra el mundo, nuestro mundo, es poseído. Primero nombramos y después representamos.
Hay voces, poetas, que nos acompañan y dialogan permanentemente, Octavio Paz es una de esas voces. A diez años de su física muerte, intenté dialogar con él de otra manera, a través de la representación, del silencioso mundo bidimensional del dibujo y el color.
En los próximos días contare los resultados de este Antojo, por lo pronto les entrego la invitación.

jueves, 24 de abril de 2008

Presentar credenciales

YO NO NACÍ EN EL MAR...

Yo no nací en el mar, nací en octubre,
bajo la ley del musgo que se anuda
con otra sal, que pica, se desnuda
en otra piel; la del cobre que cubre

al águila que sueña y que se encubre
bajo piedra solar que sangra, suda.
Piedra de luz que el tiempo abrasa y muda
en otra voz, que se chupa en la ubre

solitaria de la cuna. Herencia
animal de la escritura. Aciago
despertar de la mañana. Dolencia

de las imagenes quebrdas. Pago
con carne y con ayuno mi obediencia.
Yo no nací en el mar, pero naufrago.
Sergio Astorga