jueves, 18 de septiembre de 2008

Cuando la tarde nueva nace en la mañana


Cuando la tarde nueva nace en la mañana
y presume el azul de tanto cielo,
siempre hay un canto roto por el agua.
Un relámpago,
una discordia
y ardientes cuchillos a la espalda.
El mismo duro túnel la batalla
cargado de piedras rencores
y a la mitad del camino el desamparo:
un bulto de pena ya sin cuerpo.
Sin embrago,
la blanca queja de una ala
nos deja sin palabra.
El amor de blanco sangra
sangra de agua,
puñalada de luz
en hierba mala.
El abrazo materno
de garra repleta nos ampara.
Y en una mañana que creció de tarde
en el lago de cristal que nos habita
una clara certeza nos ahoga.
Sergio Astorga