lunes, 30 de enero de 2017

Desenlace


Como versión masculina deja mucho que desear dicen las hembras que lo miran pasar como una lamentable larva que pudo apresurar su crecimiento y así adquirir una cualidad prehistórica. Tiene un residuo de alas disfuncional que le obliga a caminar dando saltitos como fraile peripatético. Le ha salido un cuerno que ostenta en su punta una especie de hongo que le sirve de blasón. No tiene pico, que es lo que habría de esperar. Una especie de vulva carnosa le sirve de boca. A pesar de que es herbívoro, le ha tomado gusto a los anélidos y se le mira devorar detrás de los árboles frutales, largas y jugosas lombrices. A fuerza de verlo, francamente, uno comienza a tener grandeza de alma y le ayuda a escarbar la tierra para facilitarle el sustento. 
Era inofensivo, no sé porqué le tenían tanto recelo. Un día amaneció con espuma en su boca. Debí dejarle entrar a casa mas veces, me digo, al ver su fotografía enmarcada en la pared.