jueves, 25 de agosto de 2011

Espinado


La vocación de llegar siempre.
Anudado a la brújula en la habitación de las ausencias.
Llego espinado con ruidos de puertas y ventanas.
Llego de los ponientes geológicos.
Con un ademán solar y una inmóvil mirada.
Me cercioro que no hay nadie cerca,
sólo la penumbra de los cactus dejados en un jardín que ya no existe.

Estas carnosas palabras son para ustedes.
Para conspirar.
Para respirar.
Para que el ritmo con su antifaz sonoro perdure.
Para que del otro lado nos digan lo que somos.

Porque estoy confundido por llegar y crujir.
Porque el derrame del agua me convence.

Por el temblor.
Por el temor.
Por la oscuridad que espina.
Hoy voy llegando,
por la puerta de atrás del Abarrote.
Sergio Astorga

Acuarela/papel 20 x 30 cm.