lunes, 8 de octubre de 2012

Dulzor



Hay un tiempo tan tiempo, tan dulce, 
que lo que esta tan lejos no tiene bulla.  
Si hay algo de amargo 
estará tomando el sol por otros huertos. 

Así se curva el corazón cuan va a pie. 

Si uno lanza una línea desde la lengua  
hasta la mañana próxima
el cuerpo entero se llena de un castaño,
frondoso como la frente de sus ramas.

Desde la nuca se palpan los jamases
para que los años se quiten la camisa.
Son momentáneos los jalones, que a ratos,
enseñan lo sucio de otras horas
y lo gorda que ha quedado la mentira.

Hay un tiempo, el otro, 
que esta en el mismo ahora,
que nunca llega tarde, 
que siempre esta de feria,
como esta hora a tiempo que se curva
dejando unidas el adiós a las navajas.

Sergio Astorga
Tinta papel