jueves, 12 de junio de 2014

Que se REFIFA



Amo de la pradera izquierda y de la gambeta, el gran Pepe, émulo de J. J Muñante y de el gran Uwe Seeler, campeaba ufano con el balón. Sus compañeros cansados de su falta se sentido de equipo, le gritaban que la pasara. Él, personalísimo, seguía devorando metros  dejando a su adversarios con el mareo retórico de sus quiebres de cintura.
Las tribunas coreaban su nombre como reafirmando que su líder siempre sería Pepe. Al entrar al pico del área del contrincante decidió enfrentar al portero. Con una habilidad de fenómeno dejó al portero de bruces en la grama. Cuando se disponía a dar el pasito a la red, un zapatazo lo derribó. ¡Falta! gritó todo el estadio. Se perfiló con la izquierda, aunque todo buen observador sabía que el chute sería de derecha. Al escuchar el silbato se arrancó y un silencio monumental siguió la carrera del balón por encima del travesaño de la portería.
Desconsolados, a coro pedían ¡que se REFIFA, que se REFIFA!

Los bomberos llegaron al auxilio realizando una buena jugada. Ya en tiempo de compensación.

Sergio Astorga Acuarela/papel