jueves, 25 de marzo de 2010

Mrs. White

Una ráfaga de pupilas se tensan casi liquidas al medio día.
Un altamar de jamases -guarida de adioses- a las tres.
No todo es blanco lo que queda fecundado a las seis.
Por la carne también se llena el tiempo, de noche.

Todos los días por estas horas escribía en su libreta sin importarle que el hilo de la historia no tenga sentido.

Luto de la casa en mis congelados ojos, los lunes.
Sonoros abandonos en mi vientre nupcial, los martes.
Utensilios de madera que recuerdan a mi madre, los miércoles.
La fiebre venenosa de mis labios de viuda, los jueves.
La garra derecha atrapando el aire semántico del sexo, los viernes.
Negros puntos de sombra en mi falda, los sábados.
Los domingos descanso.

Todos lo días por estas horas un pez espada deja sus escamas como si fuera verdadero.

No es así, Mrs. White?

Sergio Astorga
Tinta China/papel 20 x 30 cm.