viernes, 18 de julio de 2014

Estallido


Lo que estalla deja siempre una huella en el ojo. Los pedazos se reconstruyen uno a uno y las astillas sobrantes las guardamos para el siguiente estallido. Como aquella dama famosa que baja la escalera, se apagan y se encienden las luces, sin saber que nuestro delirio ha completado la visión primera. 
El mundo esta roto. Se ha roto todo el tiempo. Ha reventado desde el principio. Lo hemos reconstruido embelesados. Las imágenes se multiplican en su detalles; imágenes que nunca veríamos si no hubiese roturas. EL gran vidrio que tenemos enfrente brilla intenso, diurno. Nos sobran textos y pretextos para sanar las cortaduras. 
Por fortuna, el cristal sólo refleja a contraluz y con sólo dos pasos recupero la corporeidad del mundo. 
Un rayo de luz hormiga esculpe de nuevo el panorama cierto.  

Fotografía Sergio Astorga