sábado, 21 de noviembre de 2009

Ofrenda para Apostillas Literarias

Para Magda Díaz Morales

Sencillas,
se siguen unas a otras:
de barro, de madera
de cristal, de lengua.
Vienen cocidas,
crudas, tiernas,
con luz o enfurecidas.
Ellas todas suenan,
se secan en verso
o se amarran narrativas
las agujetas de las botas.
Construyen tiempo,
unen cuerpos y separan
el cielo de la tierra.
Otras
vienen con la frente rota,
con los brazos repletos de alfileres.
A veces
suspiran y son de mala leche.
Algunas
agonizan disputando huecas.
No se dejan,
son firmes como el árbol
y queman y arden:
su ceniza es negra.
Luego
vinieron los libros
y en papel quedaron.
Así de sencillo
el ojo descubrió al rayo.

Sergio Astorga
Tinta/plumín 20 x 30 cm.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Un año mas unidos: no al abuso


*Gracias Triana por recordarme y usar tu imagen

Ofrenda para Escritura Aleatoria

Para Miriam Jarade

Antes y después: los titubeos.

Intuiciones por venir que crecen
bien peinadas. Las tunas coquetas
muestran las posibles salidas.
Basta un poco de cielo de aguardiente
a las once meridiano, para que surja
el mismo tedio de pensar
en la orfandad enamorada.

A veces duele el corazón de tanto pensamiento
y de tanto dolor el muro de besos se levanta.

El gallo canta distinto,
no es el canto aldeano.
Es el canto filosófico;
clara y yema forman
otro caldo primigenio.

A fuerza de rodar por caminos azarosos,
las dudas se suben a los hombros
y no se bajan de tanta pesadumbre.

Pero también hay un pan que crepita
y tiene costra dura,
y un espacio curvo,
y una serpiente emplumada de quetzal
y un éxodo que encuentra sus palabras.

Antes y después: los titubeos.

En los bosques de Paris o en la Alameda
de México la vida se llena la barriga.
Basta un aire metafísico
y un soplo existencial,
para que al jardín aleatorio
le nazca la escritura.

Sergio Astorga
tinta /plumín 10 x 30 cm.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ofenda para Blanca Miosi y su Mundo

Para Blanca Miosi

En algún árbol se encuentra la tibieza,
las flores rompen sus capullos
y el estanque, agua día, gotea.

Nada vuelve y permanece.

Los rostros se vacían en el gesto
y la nube de palabras crece y cae
como de lluvia en ausencia.

Viracocha se incendia sin quemarse.

La piedra imagina su erosión
a la sombra del puente
y el mundo es una blanca mirada.

Se desvanece el olor colgante.

La casa respira al viento,
la semilla madura al sol
y el verde mese con tacto la hoja.

La perpetuidad en la montaña duerme.

Sergio Astorga
tinta/plumín 20 x 30 cm.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Ofrenda para Caricias Perplejas

Para Olga Bernad

Como la pluma que gira sin aire
así cuelga la caricia.
Anegada en la mano
arranca besos de cobre
y de su perfume azabache
el mundo respira perplejo.

Cuanta cabellera oscura
como arpa nocturna
y cuanta fuente de jade
se apoya entre palabras.

Los cuerpos blancos desnudos
suenan sus mundos duermen.
Sus ramas engendran
manantial de mujer,
disipando su tedio con su fiebre.
Fruto que comienza en semilla
y acaba confundido en cáscara.

El antifaz del aire es de polvo
y en el portal del miedo
el vidrio molido del rechazo
se obstina entre las sabanas.
Así de riguroso es el desastre,
nieve que aprende a derretirse.

Con la azúcar morena como tarde,
las horas caníbales
dejan un sabor de luz visible,
un peso embelesado de nostalgia
y una caricia perpleja por piel.

Sergio Astorga
Tinta/plumín 15 X 30 cm.

Ofrenda para Mujeres de Roma

Para Isabel Barceló

Es de Roma y es también del mundo
y de las barcas que navegan a la aurora.
Con el sol, entre las ruinas gloriosas,
los refectorios y las termas se juntan.
El presagio desatado

y el rostro virginal del reino.
Ya era conocida la cópula del templo
donde se levanta la columna y la sosobra.

Anudada al rió Tiber la voz se mueve entre siglos.
Entre colinas la voz de Rómulo imperiosa
suena entre claros de luz al rapto de las Sabinas.
Y es la vigilia del disturbio.

La fundación de los muros, del amor y la venganza
huele a loba preñada de futuro.
Eneas desata las manos del mar
como alfarero de estirpe feraz,
y controla la briosa anca del caballo.

Ya se mira Cartago fulgente
y las lágrimas de Dido y sus vestidos
se despeñan hasta la arena en nupcias.
El laurel y los pechos ufanos
turgentes siguen por las plazas.
Se colma incomparable el rubor
fructífero de las mujeres de Roma.

¡Cantemos lectores oscuros
los blancos brazos de la roca!

Sergio Astorga
Tinta/plumín 20 x 30 cm.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Ofrenda para El baile de los Silenos

Para Antonio Serrano Cueto.

Delirios púrpuras del sabio
que estalla en la embriaguez de los destinos.
Ahí donde los aceites de la fortuna viven
comenzaron la vid y los racimos.
El pánico desfalleció,
y los ojos de arcilla de los dioses
levantaron la simiente de los signos.
En vano la cólera confunde los lustrales
pensamientos de los sobrios.
Entre los ojos las bocas se juntan
en torno de repletas copas.
Ahí se incuba el furor,
y la nodriza se prodiga en la vendimia.
Los vaivenes del paso confunden
el súbito atardecer de la locura.
Vacilan los caireles del silencio torvo
y las imploraciones nocturnas ensartan
los amuletos y ese gemelo lunar
de los que divagan ebrios.
De leves pies como el rumor,
la lengua frenética se sacia
en las manos alzadas,
y un rumor de himnos como de mar
ensanchan las velas del jubilo.
Ululantes las pezuñas machacan filos
y en el tonante dolor de abecedario,
pisotean la sangría de los misterios.
Entre la lumbre de los nombres,
en el baile de los silenos,
la vid se rinde minuciosa
al lecho mismo de su sombra.

Sergio Astorga
Tinta y plumín 20 X 30 cm.

martes, 10 de noviembre de 2009

Ofrenda para La nave de los locos.

Para Fernando Valls

Una maraña de voces
de esponjas y quelonios,
muros de espuma y pieles
de ojos en los cielos altos.

A navegar por las cucharas,
por cacerolas de ficción.

Los escritores narraban
bajo las olas lunas de harina
con su tinta negra de musgo.

Los rumbos asechan
y se llenan sus orejas
con los empellones del reflujo.
Los puertos se han llenado
de círculos submarinos
y una sirena de tacones
rojos seduce los argumentos.

A babor las palabras ramas.
A estribor la niebla y la sintaxis.

Brújulas sugestivas imperfectas,
entrañables jaulas de agua,
navegar elástico por islas sin mapa.
Siempre la rosa de los vientos
escribiendo sin tregua su baraja.

A los corales todos marineros
que la nave se va cuando regresa.
Sergio Astorga

Tinta/plumín 16 x 30 cm.

Ofrenda para Sueños en la memoria

Para Gemma Pellicer

De un instante a otro instante
la gota de agua asciende
hasta las rodillas del árbol.
El galope del sueño
llega hasta el reflejo
subterráneo y nace un pájaro.
De tu frente nacen palabras
y se levanta una torre
y de ese tallo invisible
le surgen monosílabos
nocturnos y los vértigos.
La garganta es un arpa:
fuente de peripecias
y pies desnudos al rio
bajo el remanso vegetal
del laberinto y su tortura.
Al pecho de tu tímpano
como reina amarilla
que danza canta y florece.
Como silabas de pan
la cobija del dormido
te resguarda del frío.
Porque el agua reconcilia
al sueño, y la memoria
incita a los verdes grillos
para que reviente el cráneo.
Porque el cristal es de viento
el malabar un arete
y el silencio un contratiempo.
Sergio Astorga

Tinta/plumín 2 x 30 cm

viernes, 6 de noviembre de 2009

Ofrenda para La nieve

Para Alicia

Montada en torre librera
desde su frente bajaron
los copos blancos de nieve.
Era de nieve el incendio
como las ansias de ser.

Entre los pasillos diarios
la lectura abre las manos,
y las ojeras violetas
se pegan entre las letras.

Son fantasía los rizos
trinfales de las auroras
y el azoro de garganta
tiene trabajando al foro.

No seduce la premura
ni la ráfaga del loro
solo la calma run run
cuando nace la escritura .

Sergio Astorga
Tinta/Plumín 20 X 30 cm.

Ofrenda para Odisea


Para Mirta Eberhardt

Suspendido entre los dedos
el espacio se levanta
en el vacío: ánimo
de imágenes impalpables.

Sombras, urdimbres del aire,
entumen al horizonte.
Latido de tiempo y forma:
vestido del arquitecto.

Se despeña y se desgasta
el contorno de las cosas.
Se perfora y se desprende
la armadura de la forma .

Una mano circular
escribe en los muros firmes
la memoria de miradas
con acero y en ladrillo.

Se devastan los confines
solo con tocar la esfera.

Sergio Astorga
Tinta/plumín 20 X 30 cm.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Ofrenda para Gatos por los tejados

Para Lola Mariné

Andaban por los tejados
los gatos de noche prieta,
maullaban solos sonoros
bigotes de abecedario.

Sombra de los escenarios,
luces de los campanarios,
niña Mariné marina
mañanas de diamantina.

Las ramblas de Barcelona
agatunan sus quehaceres
con literarios siameses.
El misifuz ya devora
sus recuerdos de Ormuz
y sus lectores se beben
páginas con uvaduz.

Sergio Astorga
Tinta/plumín 20 X 30 cm.

Ofrenda para Ocurrió en Febrero

Para Maribel Romero

Es mas turquesa en febrero
la mar entre los moluscos.
Los litorales marinos
se tiñen de pescadores,
y las naves serpentinas
abren el surco de sal
para mojar al Romero.

Antiguas leyes de espuma
saben que el búho de mar
andaba enredado en algas
antes de poder volar.

El faro en el astillero
ya lo tienen ensendido
y las palabras ocurren
como peses coloridos.

Ay...
!Cuanto azul en tu pañuelo!

Sergio Astorga
Tinta/plumín 20 X 30 cm.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ofrenda para Muchachas de Sal


Para Fátima Fernández

La tortuga mansa verde
bebía la sal del agua.
Desnuda la mar ausente
de su falda suspiraba.

El sol como resonancia
corto las cuerdas que unían
la luna con la cascada.
Los pájaros se vistieron

con sus sombreros de paja.
Y de la arena parda
una nereida con voz
de musgo cantaba.

La delgadez de los niños
se sentía en sus miradas,
cuando de las caracolas
nacieron otros mañanas.
Sergio Astorga

Tinta/plumín 29 x 39 cm.

martes, 3 de noviembre de 2009

Ofrenda para El Mundo de los Sueños


Para Pizarr

Se alumbran las mariposas
al pasar la media noche.
En BizKaia luces ambar
de muslos jóvenes sueñan.

En altamar los cabellos
duermen con la voz de bronce
de Chillida y Juaristi
se bebe su Vinogrado.

En su jardín mora el alma,
esa que se nos predió
cuando el gallo dio de picos
al alba como a la araña.

El yin como el yan se mojan
como pulpo en tinta negra,
y el enigmático jaiku
es un signo que se alegra.
Sergio Astorga




Tinta/papel 20 x 30 cm.

Ofrenda para Trianarts

Para Triana

Que los jazmines florecen
por los patios de Sevilla,
y los alamares blancos
del Guadalquivir regresan,
lo saben los mayorales
y las virgenes morenas.

Las golondrinas eternas
hacen nido en las ventanas,
y en la Maestranza, la danza
de la sangre derramada.
Lo saben los puros nardos
y las marismas moradas.

Que el calor de llama fina,
el olor de buena casa,
con en el balcón de naranjo
y el manto del limonero
se encuentran, todos sabemos,
en el albero de azucena
de Trianats de seda y oro.

No bastan ocho silabas,
pero no tengo guitarra
para cantar por soleares.
Aquí, a tu vera queda,
negra montera bordada.
Sergio Astorga

Tinta/ plumín 20 x 30 cm.

Ofrenda para Siempre con Historias

Para Izaskun Legarza

Se levanta con la espada
del drama. Siempre historias,
lagartos a cucharadas
camareros tenerifes.
Los palomos borrachos
dormitan junto al gotoso
curvas del aire disulven
las azoteas, los rostros:
páramos de sol enjuto.
Corcheas sonando rubias
como burbujas en fila.
Las cacerolas del miedo
derraman en la penumbra.
Por una hendidura helada,
todos lo días mulatas
palabras cantan. Sola
se bebe la madera y vomita
las barcas que llegan a su playa.
El octosílabo estalla
solo de pensar tu farra.
Sergio Astorga


tinta/plumín 20 x 30 cm

Ofrenda al Ojo Travieso


Para Lilian Elphick*
En el sur una pestaña,
ojo que ya tiene dueña
Amarilla flor del ñuño:
vigilia dura del sueño.

En la cabeza un rueño
para levantar el leño;
Luna que comprime el ceño:
lúbrico olor abajeño.

Felinos de otros barreños
con humores aguileños,
hunden colmillos pequeños,
será porque son cigueños.

La eñe tiene sentido
porque es de niña traviesa.
Da machincuepas ilesa.
De sus letras soy cautivo.
Sergio Astorga


*Lo siento la ñ me atrapo.
Tinta china y plumín de color. 20 x 30 cm

lunes, 2 de noviembre de 2009

OFRENDA BLOGUERA

Son de cera las palabras y el hollín que dejan los anafres nos
recuerdan que hace un año en este Abarrote festejamos a los vivos
jugando con octosílabos los blancos huesos de la parca.

Este Abarrote agasaja a su estimable clientela con una ofrenda
bloguera. Hace un año ya, por ventura seguimos vivitos y coleando,
pasaron por aquí Calaveritas rimadas (pueden pinchar aquí
http://astorgaser.blogspot.com/search/label/Calaveritas). Como la
ausencia es una sola y la existencia es pretendida diferencia, este
abarrotero intentará realizar calaveritas visuales de libérrima
factura.

Como podrán notar el altar se ha diversificado y todos aquellos que
tuvieron su calaverita el año pasado hoy tendrán una modalidad y los
nuevos, espero que no les moleste este juego, ahora menos agresivo
para las sensibilidades que no están familiarizados con el festejo que
en México se realizan el 1 y 2 de noviembre, pasaran a cuchillo -en
sentido figurado- con su venia.

Todos los Blogs que están en la ofrenda tendrán su calaverita visual.
El concepto de calaverita visual es muy relajado, los motivos no son
propiamente mortuorios, más bien son un pretexto para intentar
aproximarme a una descripción visual y sonora de sus respectivos
espacios.

El orden de aparición será bajo el pleno domino del antojo, esto
quiere decir, que saldrán sin ningún orden ni preferencia o, para ser
mas específico, como se me vayan ocurriendo, hay veces que se me atora una y por más que pujo no sale, así que no se me incomoden, ni su
susceptibilidad se sienta agredida. No se arremolinen y si no compran
no malluguen.

Pido disculpas de antemano por no dejar comentarios en sus blogs, como
podrán notar estoy exprimiéndome el cogote para que la patrona no me
quite el sustento.

Día de todos los santos,
dejémonos de quebrantos.
Corramos al zopilote.
Antojos del abarrote.
Sergio Astorga

Tinta/plumin 20 x 20 cm