viernes, 24 de julio de 2015

Rabito


Corre que te corre, Rabito, buscaba la zanahoria. Se volvía loco por una zanahoria. Buscó en los campos, en los mercados, en el frutero de Rita, la malversadora, y no encontró nada. Agotado, quiso probar lechuga, preguntó a la paloma: ¿Acaso me caerá mal? - Si no estas acostumbrado… contestó la paloma. Entonces Rabito, haciendo gala de constancia comió brócoli, cilantro, perejil, hasta agucate pasó por sus bigotes. Nada, él quería zanahoria. - Porqué no pruebas el reflejo, le dijo el coyote, cuando tengo tediosos días sin comer, voy al espejo y me figuro conejo. Así se ma calma el hambre.
Ni tardo ni perezoso, Rabito, se fue a buscar la zanahoria del espejo. No cabe duda, se dijo Rabito, el buen cazador tiene métodos infalibles.