miércoles, 13 de enero de 2016

Neofiguración


Voy tocando tu imagen. Te dibujo cuando camino por la ciudad. Cada vez te pareces más a ti misma. Te superpones entre todas las imágenes. Te veo con esas flores que te di o que te debí de dar. Hay un tiempo que para mí es de futuro como si el juego de las ausencias pudiera sumar en todos los aparadores tu reflejo. Como si salieras de mis ojos te veo. Me miras y creo que estas a mi lado. Me pego al cristal y un aire pesado empaña el aliento. Trago saliva y parece irreconciliable este caminar a solas pensándote. Treinta años atrás no estaba convencido de que pudiera ver proyectado la trama de mis deseos. Hoy lo sé. Todos lamen su ceguera y no saben que la compañía verdadera es la imagen que te crea.
Uno se deja viajar para que la rutina se pueda sobrellevar entre los deberes cotidianos.


Fotografía: en alguna Rua do Porto, Portugal