lunes, 31 de mayo de 2021

Tu o yo


La otra parte de nosotros se meció en aquella fotografía que éramos. Un templo que se dejó avasallar por el rumor de rezos sin vocación. Las vestiduras son transcripciones de alguna oscuridad profunda que no compartimos en nuestro abismo. Cómo esperar organizar el desconcierto de tanta luz cegadora. Las imágenes nos exploran y sostienen la galería que caminamos. A partir de ahora serán las horas la mediación del crepúsculo y la puerta que se abrirá entre nosotros.

El olor del jardín sabe a tus pies descalzos, tal vez, el aleteo de las imágenes afinará por nosotros la canción que callamos.

¿De quién son estas palabras? 

¿Tuyas o mías?


domingo, 30 de mayo de 2021

Estribillo

La realidad le hacía reír por provocadora hasta que llegó su vecino, productor de cine. Lo convenció de ser galán. Su llegada al dentista fue la primera parada. Con dentadura nueva y una sonrisa idiota salió en la portada de la revista de moda. No le cayó nada bien su transformación ni las inyecciones de penicilina.
Quiso ser Fernando "el hermoso" con el estribillo del espejito mentiroso.
Quiso hablar francés, pero le faltó billetera.
Ahora se dedica a bailar samba con un peluquín monumental.
Lo que sea de cada uno, su sonrisa sigue provocadora.
Conviene aceptarlo.

viernes, 28 de mayo de 2021

Juntura

Entre las encrucijadas de los días su memoria estaba cargada de provenir, ese vacío súbito, que hecha volar, resquebrajando, el testuz del paisaje. Es un prodigio leer los caracteres de los volcanes. Un arquitecto de ojos vivos nos habita y se escalona en los espacios que tiene de memoria. Es un andar girando con los cielos y el errar en los reflejos y darle nombre a los sonidos que se derriten entre el fluir de la ficción. El sol muele, hace polvo el rojo del camino. Las formas piensan su quietud. Esta resuelto el paso, nadie sabe dónde comenzó y dónde terminará ese tiempo que tendido y seco es aplastado por el sol. La caligrafía que se deja, le falta el aire y termina borrada, solitaria, con una navaja clavada en su chichi de retórica.  

A la deriva, se disuelve en el agua quemada la desbandada de lo horizonte.

En cada noche, inmóviles, volvemos a empezar.

jueves, 27 de mayo de 2021

Variaciones sobre Chuang Tzu


Ensoñación

Cuando la mariposa regresó del sueño, nunca estuvo segura si el hombre que vio era la misma larva con el nombre Chuang Tzu.


Certitud

Cuando Chuang Tzu se soñó mariposa para dejar de ser hombre, la mariposa siempre se soñó mariposa.

miércoles, 26 de mayo de 2021

La evasión de la S y la X


Señores, ruego a ustedes me permitan dejar constancia del alboroto de las letras que se les cayó la lengua, la suya, no la mía, y desde ese momento estoy precavido en el vacío. El mundo se me hace desconocido y el sentido de la medida me resulta exiguo. No sé cómo se salieron del silabario. Las letras son como las personas y uno quiere que encuentren sus palabras y responder a los mudos y al los que sufren por no decir.

Los ojos se volvieron locos, preguntan por las cosas, imploran un pedacito de significado. Yo les digo señores, que soy un mal ladrón. Cuando abrí la puerta entraron a mi cuarto. Como una pedrada descalabraron mi dignidad y estoy triste. A todos los que invité sólo gesticularon, temblaban de frío. No fueron buenos, me dejaron con las letras rondando por mi cuarto.

Suceda lo que suceda, señores, voy abril la boca hasta el infinito y me tragaré las letras como si fueran cápsulas de silencio y de hastío.

Los tendré informados.


lunes, 24 de mayo de 2021

Entripado

 


De mala digestión al nacer, comía con la nariz, de memoria, por eso tenía un aliento de insecticida. Mataba a su pesar y no por ello no se dejó abatir por las acometidas de su tripa. Amante de los afrodisiacos postres aprendió a ser estoico y nunca más de dos cucharitas entraron por su boca. Cansado de que la nariz quedara ensangrentada se ofreció a la adoración de las gladiolas. Sus enredados intestinos lograron un sonambulismo alentador. Se apretó a su esperanza panza, a su inútil inflamación de abdomen. Se compró un traje amplio, como de alfombra persa, se puso botines y como un extraño mugiente se refugió a la vera del río, se estiró y entre los árboles le llegó por la nuca el sueño silencioso de la inmovilidad. Sintió el mismo derrotero de la monótona salud de sus vecinos. Entre las estrellas se quedó latiendo como un gordo sapito en barro.

El alivio fue siniestro


domingo, 23 de mayo de 2021

De armas limpiar

 

Al despertar apretó el gatillo asustando la imagen fija de sus amigos en ese paspartú de feria que se sacó jugando a los dardos. Esa maldita costumbre de tener armas en casa le dejaron mala fama. Al amparo de la soledad no le importaba limpiar su 22, herencia de su padrastro Gil, “el tuerto”, muerto en las bodegas del Puerto de San Blas. Sus ojos brillaban para esconder su pesadumbre.
Dicen que por primavera cruzó por su mirada la silueta fatigada de su madrastra. Se le trepó el recuerdo en la enredadera del cuerpo. Pensó seguirla y ponerles atención a sus palabras, pero ya estaba muy dentro de sus oídos los reproches de su orfandad. Se tomó el pulso y una campanada le caló los huesos. La dejó pasar sin asediarla.
Cenó filete de pescado sin espinas y papas horneadas con mantequilla. Su sueño pesado le supo a purgatorio. Al despertar estallaron sus amigos en ese paspartú de feria.
Por la tarde juntó los pedazos dispersos de su madrastra.

viernes, 21 de mayo de 2021

Sin visa


No era de extrañar esa vocación febril que tenía por los grupos. Perdido, como un dandi de ropa vieja, se dejó amar por lo civil. El coronel le dijo que no tenía tipo para la tropa, ni porvenir imaginable. Se buscó la vida como guía de turistas, los llevaba a los centros de diversión. Maquinitas, billar y dominó fueron las direcciones de éxito. Intransigente como todo mandón, exigía a los turistas una disciplina impropia para los calzones y sandalias. Así la fue pasando, gastando saliva y retóricas galanas.

Profeta de las barricadas, encontró la pasión en una antigua brigadier de la marina. Juntos, confiscaron a mordidas lo que les quedaba de cuerpo. Insolentes, se perdonaron sus mentiras y sus te quiero. Tienen motivos para sentirse vivos, cinco estampitas de santos y rosquillas para mojar en el café. No se cortarán las venas, caminarán por las calles de Lisboa y no tendrán miedo del amanecer, aunque no tengan alas para volar.


miércoles, 19 de mayo de 2021

La cremallera

 

El futuro se le vino de revés con su historia de papel de china. La bienvenida fue despedida y los floripondios fueron de rosa marchitándose en naranja. La la la era la tonadilla que se escuchaba en los corredores donde el sol daba sus primeros pasos de verano. Así las cosas, era lascivo ese aroma de desengaño que tienen los sucesos cuando la migración es obligación de tránsito.

De niño sabio a hombre con el talón de Aquiles en retraso. Nunca se cubrió la espalda, aunque las campanas llamaban a duelo. Se jugó a las cartas su estadía en Marbella. Estudió Lingüística en Ginebra con más pena que provecho. Frente a la Tumba de Calvino decidió deslizarse al lado marrón de las cosas. Buscar en la basura de la historia un gramo de cordura.

En el verano del 89 consiguió encontrar su vida al derecho recortando noticias del verbo salir. De triste bienhechor a dormir en sábanas de seda. Esa fue la tonada de sus recuerdos. Ser viejo tiene las tentaciones en los sueños porque el futuro es un revés con cremallera.


lunes, 17 de mayo de 2021

Don Carmelo y su historia


En las venas del amanecer Don Carmelo se arregla el peluquín. Se ostenta profesor de historia del periodo entre guerras. Convencido de recontar los hechos y sucesos quitándoles el paraíso del triunfo a los poderosos. Inútil esfuerzo, amargo trago del semestre, rey del precipicio, no tuvo alumnos que le siguieran. Colocarse en buen lugar, esa es la historia que se quiere contar. Don Carmelo lo sabe y lo que le conviene es cerrar el libro y refugiarse en los melodramas cursis donde el beodo encuentra a la princesa que con el primer beso lo olvidan todo. Le sugieren que la negación es una expiación propia de los cuerdos y hay que correr para alcanzar el muro de las alegres golondrinas que no encuentra nido estable. Le aconsejan dormir sin tentaciones y esconder sus delirios en la mermelada de membrillo. Le aconsejan soñar con los pies para no llegar a la meta. Le piden orinar con espuma para morirse de risa.

Su peluquín de origen vienés conseguía la fatuidad necesaria para no desafinar por la fiebre de las posiciones en el ministerio de cultura. 

Siendo la era de acuario Don Carmelo se dejó flotar en la jubilación. Se tatuó en el brazo izquierdo un barco bucanero para refugiarse en la playa sin mar de su historia personal. 

El desarraigo lo aja por tanta guerra fría.  



viernes, 14 de mayo de 2021

Ojeras que no has de tener

 

Con las ojeras de la luna rodando por la escalera, Agustina, acostumbrada a hacer noche con el cristal, tendió las sábanas en el balcón. De inmediato se amotinaron los olores almizclados. A las almohadas gustaba ponerlas en la esquina como imitando el descanso de las cabezas. Había cercenado sus días por la comisura de su boca siempre pintada de un rojo vivo. La despedida no sabe nadar, por eso ella se ahoga antes del segundo café. 

Agustina, le decía su padre, “con esos modos tus sábanas estarán frías”. Nada más torpe, Agustina tiene la vocación del túnel, del saber esperar la salida. A los hombres les gustaba eso; confundían su natural cobardía de vivir con los blancos hombros de Agustina. Cuánto porvenir desparramó como bálsamo a todos sus visitantes ocasionales. Su cuerpo, como su patria dueña, fue creciendo en estilo y los abismos naturales del cotidiano los guardaba en un cajón.

No es asunto tuyo el que yo te diga la dirección. Búscate la vida detrás de unas ojeras que rueden por las escaleras.


miércoles, 12 de mayo de 2021

Disipación



La simetría de su rostro se perdió, ya no es un animal bello. Se prolonga en su cruel desfiguro. Ya es presa de la tribu muerta. Desde su nacimiento se reveló mestizo desbordándose hacia adentro. Yo lo vi llorar despacio, blando. Hoy lo escucho arrojando piedras a su río, sonrojado y con un notable encanto. El miedo circuló como sangre vital por su cuerpo. ¿Qué culpa le quitó la alegría? Esa costumbre de ayudar sin ayudarse. Su rostro se perdió entre tanto rostro.

La niebla densa baja en el río Duero. No sabemos cómo regresar a casa.


martes, 11 de mayo de 2021

Marejada



Entre las otras, la primera. Entre las tres de la tarde el temple de su ir y venir. ¿Cómo raptarla? Si me atrapan me ahogarían los sedientos. Por fortuna traía una jarra de barro negro con un tapón de corcho. Esperé a que se acostara a la orilla, puse la boca negra de la jarra, esperé unos segundos y puse el tapón. La hermosura solitaria, desde la entraña del espacio de barro. Unir por fin, la fuerza ondulatoria. Satisfecho. Regresé a casa con paso suelto de malhechor. Ya en mi cuarto. Asustado de temores preso, destapé la jarra, me envolvió su aliento y sentí que esa era mi patria. Inundó mi casa, se adueñó de ella. Como fiera atrapada se estrella en las paredes. Luego, ya calma, entro y me fundo en ella. Dan ganas de gritar, a todo nado, la dicha de romper la ola dentro de mi casa. 


domingo, 9 de mayo de 2021

Remedio


Como buen caballero caduco, la cara se le iluminó. Sus ronquidos, célebres en los dormitorios estudiantiles, tuvieron cabales momentos previos a los exámenes. Ese día respiro calmo, recordó aquellas glorias y la vio pasar. Como si buscase algo fresco entre los dientes, se dijo, “soy algo más que un respiro”. Ella se insinuó con su mirada, aleteó y nunca pudo salir del frasco.

Sus largos ronquidos ahora se estrangulan entre los mil tarros que en los estantes tintinean por el frenético revoloteo de las polillas.


jueves, 6 de mayo de 2021

Una viudez


Extraño la vocación de llamarte como si estuvieras en el túnel de la isla. No hay izquierda tan tonta como la que no se da cuenta de ser estructura de la derecha torcida. El paraíso es el espíritu del maniquí. AL otro lado de la acera llueve y aquí como un coronel furtivo me dejo mojar. Que te puedo contar desde este fastidioso número sin semen. De esta beoda realidad sin rumbo. Si me cuentas tu vida, prometo imaginar un futuro. El absurdo será nuestra carta, con faltas de ortografía y sin remitente. Del otro lado de la acera caminas sin mi brazo y me dices que no importan los símbolos del porvenir. Si quieres me quito el uniforme, la medalla de género, el rostro moreno y la amargura de lo civil. Voy a seguirte, no me importa ser esquirol del precipicio. No escondo mi deseo y prometo no confiscar tus bienes. Te invito a leer la palma de mi mano y volverte a contar lo que ya sabes.


sábado, 1 de mayo de 2021

Mato


El Ángel híbrido 

Se escapó en un delirio de alcohol y sueño. Mitad ave y mitad pez, en las barricadas de los precipicios nada y vuela com un humo de salón. Tiene la pasión de la dobles. No cree en las leyendas ni en las balas perdidas. Niega todo, pasado y futuro, tal vez por eso es tan amado.