viernes, 30 de diciembre de 2011

Feliz 2012


Con la cortina levantada, el piso trapeado; las anaqueles plenos, las gavetas atiborradas y el nicho del talante bien crinado, este Abarrote, resistente como el bacalao seco, nunca fresco, machaca su gratitud por su preferencia y sancocha, marina, adereza sus mejores deseo, léase Antojos, para que los tres tiempos que vivimos al unísono estén rebosados de la curiosidad, ya ganada en navidades, y ahora acompañados por una guarnición de afecto para que con el digestivo de la tolerancia podamos crear otro tiempo: el cuarto, que todavía no lo cocinamos como se debe y pensamos que es producto del exotismo, pero ya verán que tiempo al tiempo, lo tendremos para estar como uno miembro mas de nuestra temporalidad.
Alzo mi copa con ustedes y al mismo tiempo festejemos por el tiempo entre los vivos.

Abrazos bien temperados aunque me hayan robado el clavecín.
Sergio Astorga

jueves, 29 de diciembre de 2011

Alborada



Hay un pámpano turgente que se moja de escarcha y al alba, como si se enredara, se convierte en nodriza de la mañana.
Sergio Astorga

Tinta/papel

martes, 27 de diciembre de 2011

La sabiduría de una sapo


No hay retórica bajo el agua. El agua dulce que ronda entre las piedras te da el ser o no ser del príncipe que sueñas.
Eso me dijo un sapo que supo de la historia del rey de Dinamarca, un día cualquiera.
Sergio Astorga

Tinta/papel


viernes, 23 de diciembre de 2011

Esfera Navideña



Este Abarrote le desea a toda su estimable y selecta clientela, lo mejor para esta Navidad. Deseo  que en su mesa brille la esférica voluntad del antojo, ya que del antojo se desprende la intuición del bienestar.
Con la experiencia que me brinda  estar detrás del mostrador, puedo confirmarles que la felicidad no viene enlatada, ni embotellada; tampoco viene embutida, ni cruda ni cocida; ni en salmuera; ni con relleno de compotas. Lamento decirles que tampoco el xocolatl es la solución a nuestros pesares.
Andan ha decir que una infusión de valeriana y cuachalalate mitiga, ayuda y predispone a recibir la dicha. No es así.

Para no embrollarlos y hacerles insufrible el giro de la esfera, les afirmo, palabra de abarrotero, que la mejor vianda para sus alforjas y enfilarse por el buen camino es: la curiosidad.
Miren el giro de las esferas y aquí los espero para compartir su júbilo.

Curiosa Navidad para todos y gracias por su preferencia.

Atentamente:
Sergio Astorga
Tinta/papel

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Sin tramoya


Se borraron los rostros ante el retrato del aprendiz, la paradoja se arrulla en su contorno y la cera de la abeja se ha pegado en la lente de mi anteojo.
¡OH Zenón de Elea!, el de los pies ligeros quedó en Troya y yo, con la retórica agridulce, modelo la arena entre la médula.
Sergio Astorga

tita/papel

lunes, 19 de diciembre de 2011

Al final


Cuando la belleza termina, ¿acaba todo?
La coquetería nunca desiste.
¿Lo sabe la sombra?
En el recuerdo de algunos hombres hay estrías enamoradas.
Sergio Astorga

Tinta/papel

viernes, 16 de diciembre de 2011

Convencimiento



Como relámpago ciego con zapatos rojos llego pataleando, difamando al destino que le había tocado. Sugiriendo que todos, que todos los conceptos que había aprendido eran inservibles cuando de sopesar la suerte se trataba. 
Sergio Astorga

Tinta/papel

miércoles, 14 de diciembre de 2011

En blanco


Si es real el blanco de los ojos, de una mirada a otra, la niña se obstina en mujer y todo su ser es trasparente, nunca sabrá que la miramos.
¿Será real lo que decimos?
Abro los ojos y están húmedos de brisa.
Sergio Astorga

Tinta/papel

lunes, 12 de diciembre de 2011

Un refrigerio


A veces congelar el instante provoca que el tiempo de visión se prolongue indefinidamente.
Sergio Astorga
Tinta/papel

jueves, 8 de diciembre de 2011

La Huida


Las paredes se impregnan de sonidos antiguos. Seguramente todavía no sales de tu miedo.
La puerta abierta, como la palabra dicha, no tiene retorno.
Sergio Astorga


Tinta/papel

martes, 6 de diciembre de 2011

Decorosa salida


Antes de todo y después de todo, el lamento de la piedra es el único testigo honrado.
Sergio Astorga

Tinta/papel

lunes, 5 de diciembre de 2011

Don Alfonso Henrriquez

Este Abarrote se complace en invitarlos a la exposición para recordar a Don Alfonso Henrriques, primer rey de Portugal. Tal acontecimiento será en la bella ciudad de Guimarães, cuna de Don Alfonso, el próximo día 6 de diciembre de 2011.

Por deferencia de Luzia Teixeira, pintora y coordinadora del lance, este abarrotero tiene el honor de participar.

Si no tienen algo mejor que hacer este martes ya saben donde es el encuentro.

Por su atención cumplidas y sazonadas gracias.
Sergio Astorga

lunes, 28 de noviembre de 2011

Una paz


La paz como bien sabemos es una boca enorme y oscura, a veces, cuando el ambiente es muy seco, se olfatea un aliento acedo y nos duele la cabeza, no obstante, nos seduce y poco a poco nos acercamos a esa calma chicha y devastadora.
Los coleópteros, revolotean desafiantes pero infructuosamente.
Sergio Astorga
Tinta papel 20 x 30 cm.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Antes

Antes que la semilla triplique su presencia y los verdes virginales marquen tu terreno, voy a herrar la luz con un silencio de esmeralda.
Antes que el cedro y la caoba afinen su garganta, voy a dejarte un tamarindo de voz, un retoño glauco y la corteza de agua en tu memoria.
Sergio Astorga


Acurela/papel 20 x 30 cm.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Por el Duero


Mañana cristalina,
aurora del agua
suenan los ríos a tu paso.
 
Del Duero al Danubio
tus lunas se bañan.
 
Limonada nocturna,
el aire corona
tu sonrisa binaria.
 
Los números primos,
los números nones,
alcobas azules
al hombro de girasoles.
 
El porte de Porto
camina por Viena,
matemático espejo
de cielo garboso.
 
Un vals,
impio y sonoro
se fija en el muro.
Rumores de ciencia
trabajan el día.
 
Pasaran las horas
entre rojos castillos;
por pensativas tardes
sonaran campanas.
 
Aquí,
a la sombra del olmo,
ondas de luz para
tu cuerpo de agua.

Sergio Astorga.
Tinta china/papel 20 x 50 cm

viernes, 18 de noviembre de 2011

El dorso de la cáscara


En el tórax de la tarde, cuando las horas cuartas cuelgan en la pared. Los jugos gástricos se provocan unos a otros y los molares ya quieren rasgar el alfabeto de la fruta. La sopa sigue humeante emocionada. El aire es metafísico, casi comestible.
Una creatura de sabor crece debajo de la mesa y tú no llegas. 
No me preguntes porqué quise saber lo que había dentro de tu cáscara.   

Sergio Astorga
Acuarela/papel 50 x 70 cm.

jueves, 3 de noviembre de 2011

A todo gallo


Parecía que la mañana copetona estaba entretenida en despertarse. La ciudad avanzaba quebrada entre los automóviles. Con el estómago vacío la rutina de todos los días se apoltronaba en el sofá. Un chorro de luz penetró por la ventana, limpio las sombras, y se pudieron afianzar en la alacena los platos y tasas ordenados según los cánones de la prisa. Una media docena de recados permanecían atónitos pegados en el refrigerador. Sin hacer conclusiones obscenas, todo parecía normal hasta que comenzó a filtrarse, para después invadir todo el ambiente, un aleteo brusco, descomunal. Un anacrónico estruendo se cuajó en el aire.
Puntual, desde la recamara, el gallito despertador apareció en escena.
Sergio Astorga
Acuarela/papel 20 x 30 .cm

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Día de Muertos

Dicen que la plusvalía,

otros que fue pleitesía,

lo cierto es que sus huesos

embargados los tenían.


Por andar de algarabía

se les rompió la alcancía.

Dicen que fue por abril

cuando perdieron perfil.


Yace aquí la blogería

con su sonrisa bruñida,

nos dicen que con la vida

no vale la economía.


Tristeza de ruiseñores

cantan las glorias y hazañas

de los blogueros ufanos.

No metieron ni las manos.


Beso frío el de la muerte,

antojo que no se lleva:

confundir la fruta sana

con la piel de la guadaña.


¡Ay flores de cempasúchil!

¡Veladoras encendidas!

De morado es el huipil

de la red entristecida.


Sergio Astorga

Acuarela/papel 20 X 30 cm.

viernes, 21 de octubre de 2011

Clarita y su día

Para sorpresa de todos, su aguante pastueño viró hacia la obscenidad. Opinión de toda la manada que irritada, bufaba por el establo. Era tal el bufar que se acercaron otras animalidades vecinas.
- ¿Qué pasa? Preguntaba el vecindario.
- ¿Que ya no quiere? -Dijo el cornudo padre.
- ¡Infame! -Dijo el hermano manso.
- ¡Ingrata! -Dijo la madre estrecha.
Clarita sin resuello ya no quiere dar su leche.
- Que tiene la ubre inflamada de tanto apretón. -Dijo el gallo.
- Que tiene el lomo caliente. – Dijo la gallina.
- Que tiene patas para correr. –Dijo la yegua.
Clarita, con una abulia pinta y con la soga al cuello volvió al chiquero.
El día clareaba.
Sergio Astorga
Acrílico/tela 40 x 60 cm.

viernes, 7 de octubre de 2011

Aviso Oportuno

Por mudanza de género vendo menaje de caballero en buen estado. Libros por digitalizar; se aceptan inquisiciones benévolas.
Interesados contactarme en:
Sent from my iPhone
Sergio Astorga

Acuarela/papel 30 x 30 cm.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Bajo par

El último golpe fue maestro. La pelotita blanca viajó en línea zigzagueante hasta caer en el hoyo negro. El famoso juego de dados se opacó ante el hecho consumado de que todo queda bajo tierra.

Sergio Astorga

Acuarela/papel 20 x 30 cm.

martes, 20 de septiembre de 2011

Regreso al Puerto


Me detengo aquí, de nuevo agua.
La misma desnudez fria que se mueve.
El mismo sabor a piedra y a gaviota.

¿Qué ciudad es la nuestra,
la que queda atrás o la que pisamos?

Aquí ya no hay grandeza, han derrumbado las velas
y todos lo marineros antiguos se han ido ya de shopping.

Buscaré los placeres diminutos, cuidadosos, del destierro.
El perfume de la memoria abrirá sus portones
y el tráfico inédito de los días
quedará prendido en las hojas de la begonia.

No hay tristeza vulgar en las noches, no,
ni el vino ha perdido su coraje,
es sólo ese olor a podrido que llena,
sofoca, aturde lo que quiso ser brillante.

Si alguna vez encuentras Ítaca
y te es grato estar de pie
es una suerte que sólo tienen los audaces.

Ven por mi. Si quieres.
Sergio Astorga

Acuarela/papel 56 x 76 cm.

jueves, 8 de septiembre de 2011

A lo lejos


Caído en la noche el agudo negro es espiado por el astrónomo, que caviloso, lento como un buzo, rebusca de lejos con su ojo de vidrio el abrazo mudo de los astros.

Adivinando su gesto de hastío, la galaxia 3.16 arremete contra la "ostra nova" con la misma fiereza de sus astronómicos años.
Desvelado, el astrónomo llena sus atmosféricas dudas con el mismo convivir de los cielos en su anestesia interminable y amoroso, espera el despuntar del día.
Sergio Astorga

Acuarela/papel 60 x 80 cm.

lunes, 29 de agosto de 2011

Terapia Frutal


Preocupado por el estado anímico de la guayaba, compré una papaya para que cuando menos, por tener la misma vocal repetida tres veces se sintiera mejor.

Creo que fue buena idea.
Sergio Astorga
Acuarela/papel 14 x 19 cm.

jueves, 25 de agosto de 2011

Espinado


La vocación de llegar siempre.
Anudado a la brújula en la habitación de las ausencias.
Llego espinado con ruidos de puertas y ventanas.
Llego de los ponientes geológicos.
Con un ademán solar y una inmóvil mirada.
Me cercioro que no hay nadie cerca,
sólo la penumbra de los cactus dejados en un jardín que ya no existe.

Estas carnosas palabras son para ustedes.
Para conspirar.
Para respirar.
Para que el ritmo con su antifaz sonoro perdure.
Para que del otro lado nos digan lo que somos.

Porque estoy confundido por llegar y crujir.
Porque el derrame del agua me convence.

Por el temblor.
Por el temor.
Por la oscuridad que espina.
Hoy voy llegando,
por la puerta de atrás del Abarrote.
Sergio Astorga

Acuarela/papel 20 x 30 cm.

lunes, 11 de julio de 2011

Derrumbe en la gruta

Hay un lugar que entra cuando el viento corre libre,
y los angostos pasillos se obsecionan por llegar.
Ciertas cavidades comparten su oquedad
y algunas astillas
se clavan en lo que eramos
porque lo que somos ya no importa.

La brújula en el crepúsculo y los niños de la aldea
juegan dezcalsos por el barro.

La tarde recorre los últimos tramos de luz y sus actos ya sombra,
se perfilan en los umbrales de la gruta.
Las voces de aquellos mercaderes ya no se oyen,

El chillido del agua cae hasta el fondo y naufraga.


¿Porqué se escucha la membrana del abismo como hembra en celo?
¿De dónde llega este bisturí silencioso abriendo la herida de los muertos?
¿De qué rostro sanguíneo viene esta tierra de mis uñas?

El tacto pregunta por el zumbido corrosivo de las moscas.

Te siento parte de esta caída porque no me conoces.

La memoria cambia de sitio, se pierde, vuela.
Un animal ha de ser el que ronronea en la piedra,

un petroglifo de perfiles bruscos y borrosos.
Un picotazo de ceniza entra en los ojos y se trasponen los altares.

Este negro boreal asume sus labios y los cierra.

¿Cómo elegir el arma cierta, arco flecha o azada?

¿Quién escucha y se viste y se marcha sin estela?
¿Cuándo llegará el resorte de la niebla que nos libere?


Hay un agujero que se llena y se derrumba.
Golpes ciegos.

Sergio Astorga


Tinta/papel 14 x 20cm.

martes, 21 de junio de 2011

Marino amor

En la piedra marina la pisada del agua latitud norte. La foca y la morsa zampaban sus miradas de sal como náufragos. El frío masculino se extendía al fondo del mar y los peces asustados dieron la vuelta a sus escamas y brillaron al sol con saña. Las medusas se zambullían al roce.
La foca hundía su mordedura por el cuerpo de la morsa entre algas marrones. La costa era lejana y el faro inútil al medio día, esperaba las sombras para recuperar el tacto. Las perpetuas olas sonaban a trenes submarinos y la espuma encadenaba la blancura en la orilla.
El océano y el viento silbaban el marino amor sacudiendo entre las mentes: el cristal veleidoso de los géneros.

Ya sin timón, cuando el marino amor prospera, en la arena se dibuja un mapa, por ventura, que marca para otros marinos la manera de encallar el desencanto.
Sergio Astorga

Acuarela/papel 14 x 19 cm.

viernes, 17 de junio de 2011

Entre ruedas

Rolar sin designios de mercurio o de tameme con el único fin de rimar la calle con el valle, la bicicleta fue inventada, porque fue inventada, con el principio básico de repartir la humanidad corpórea sin distingos de género a todo lugar donde la rueda, principio básico, pueda rodar.
En palabras llanas, Facundo pedaleo sin parar hasta que el trolebús lo dejó impactado en una nueva intertextualidad.
Sergio Astorga.

Acuarela/papel 20 x 30 cm.