jueves, 30 de agosto de 2012

Convergencia


 
La orfandad de la tarde me trae, como la hierba muerta, aspiraciones de porvenir. Entre silencios furiosos me veo escribir de nueva cuenta encorvado entre lámparas blancas. Es un lujo mirar que el rincón del monologo sigue intacto y mirar al himno espeso  interrogando a la memoria  las formas del precipicio. Volver a la llanura de la página con la pluralidad de desconcierto y el testuz altivo buscando los prodigios de la letra.
Confieso que no he podido ser pájaro ni espejo y que regreso como caracol en humedades. No hay fabula que no regrese y palpite transparente.
La cortina se abre después de un  instante que pareció eterno.  Con sus pies descalzos,  el ladrillo retoma  sus sonidos  y desde el balcón retorna el cuerpo de las cosas.
Sergio Astorga
Tinta/papel 20 x30 cm.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Los bebedores




Los bebedores solitarios tienen a veces un manojo de palabras que nombran las mismas cosas con la turbulencia del desaliento o el incendio de la revelación.

- No decapites la luz -me gritó.

- ¿Cómo?  

- Que te quites, que mi día no acaba nunca. Mi cuerpo es una cosecha de reflejos. Soy como el relámpago de la hierba. En mi ombligo se mueve el universo y a la vez es la fosa donde expira. Yo soy la lesión destilada de todos los hombres.

A veces los bebedores caminan las calles como si fueran libros. Procaces, chupan ese dulce entre ácidas miradas y desgranadas risitas condueñas.

Sergio Astorga

Tinta/ papel.

martes, 14 de agosto de 2012

Patio de San Carlos




Desde esta calle donde me hallo, nace un exhalación que arremeda muy bien la morriña que se estampó entre las calles de Moneda y Academia.

El agua quiere tinta en el dibujo y obedezco.

La Victoria de Samotracia sigue en medio del patio.

Hoy, desde esta calle donde vivo, la reclamo.

Sergio Astorga

Tinta/papel 20 x 30 cm.