viernes, 25 de abril de 2008

COM PAZ


La voz de un poeta tiene la capacidad de deslumbrarnos y confrontarnos con lo que somos, con lo que pensamos que somos o con lo que ni siquiera soñamos que podíamos ser: a través de su palabra el mundo es otro y es el mismo, somos habitados por sonoridades y significados que repercuten en nuestra conciencia como otra respiración y nuestra sensibilidad se recubre con otra piel. La palabra no solo representa la realidad, es realidad. Con la palabra el mundo, nuestro mundo, es poseído. Primero nombramos y después representamos.
Hay voces, poetas, que nos acompañan y dialogan permanentemente, Octavio Paz es una de esas voces. A diez años de su física muerte, intenté dialogar con él de otra manera, a través de la representación, del silencioso mundo bidimensional del dibujo y el color.
En los próximos días contare los resultados de este Antojo, por lo pronto les entrego la invitación.