miércoles, 4 de mayo de 2016

EL Sr. Nada



El Sr. Nada ha vivido siempre de nada, por la nada, es decir, la nada ha sido su razón de ser desde el inicio de su tiempo, que es una nada significativa, cuando menos para él. Su vida, en verdad, no tiene nada que sea digno de contarse. Sin embargo, por muy nada que sea, no se puede apartar así de nuestras lecturas, por nada. Es por eso que me esfuerzo por encontrar entre tanta nada, algo que pueda ser de su interés.
Vayamos por partes, porque una nada también tiene anatomía, un cuerpo, aunque no se parezca a nada. El Sr. Nada nació en un tiempo en que la nada lo cubría todo, así como un latido sin noche y sin labios. Pasó su infancia en naderias, tiernas, en comparación con otra nadas vitales. Su juventud fluyó en una especie de Áperiron que le valió enemistarse con muchas nadas que insistían en el valor de el vacío como su Arché. 
Lo interesante es que sus recuerdos son una especie de fibrilación sin contornos, lo que le ayuda a no contaminarse y conservarse en estado puro.
Hoy es una nada adulta que madura en una inmensa nada que se aquieta al caer la tarde.