viernes, 6 de febrero de 2009

Después del almuerzo

Después del almuerzo
lámparas encendidas en la calle,
caravanas de labios satisfechos
y bajo de la mesa quieta
el infinito callado del abismo.

Después del almuerzo
barcas de madera entre las copas,
sonrisas en los dedos
y el mudo gesto exacto,
rudo y largo de las cosas.

Después del almuerzo,
sobre los tejados rojos,
solitarias vuelan las gaviotas
y un trozo de tiempo
me parte el pecho con silencio.
Sergio Astorga
Acuarela/papel 38 x 58 cm