miércoles, 28 de julio de 2010

A fondo



Debajo de la frente esta la barca.
Sin remos, sin algas, sin ataduras.

Sergio Astorga

Acuarela/papel 18 x 14 cm.

sábado, 24 de julio de 2010

Al Andafuz

Ese moverse suyo por las tierras, contrastaba con la plegaria de la zarza y el movimiento escabroso de las doncellas, que arteras, robaban los candelabros del templo hasta provocar la ira del monarca.
Al Andafuz, era un elegido. Un indómito que recorrió mezquitas agudas y sabias.
La daga rojiza surcó por mil cabezas con ese doble filo del triunfo y el fracaso y se escuchaban en los funerales de los pueblos la mediodía de su grupa triunfante. Gentes de a pie lo decían: ningún trono valía, ni sermón, ni montaña, ni luna, sino se gozaba su historia contada por aedos o mercaderes acuciosos.
Algunas huestes en pánico, huyeron torpes y viscosas por el infortunio, junto al canto de mujeres que lavaban su ropa en el río.
La ciudades conquistadas duermen opulentas y solo donde el paso de Al Andafuz dejó su sombra prosperan.

De su gloria ha quedado, como emboscada, al paso de las caravanas coetáneas, esta inscripción en el muro mas alto a la entrada de la ciudad: "Por encima de las palabras no hay nada en esta patética familia de hombres".
Sergio Astorga


Tinta/papel 20 x 30 cm.

jueves, 22 de julio de 2010

Era de Camarón

En éxtasis, cómica y mártir, el alba huele a carne macerada y se entume en el cristal la imagen de novicia que desgarra al que la mira.
Ha perdido la cabeza y tiene miedo de contagiarse y corre de muro a muro y nunca la miel de la caricia toco sus pensamientos.

Lo que está en su cuerpo no sale de su cuerpo.
Y el fuego, en su jungla tiene tregua; un hormiguero de apetito y ungüento de sal que se fastidia.
Antes del reino húmedo del viento ya su vientre ensuciaba las sábanas de premoniciones, de futuras contiendas que nunca llegarían.
Vino del mar y los ocres de la piedra le dieron ese rostro y muchas bocas le dieron nombre.
Su sonrisa sangra de su vientre y es un signo que flota y demasiada noche la penetra.
Su era es la del agua y la temperatura del azul es la ceniza que la tizna.
Arde como la piedra filosofal y deja la rosa de los tiempos clavada en la intimidad de los libreros.
Inoportuna y plural, el silencio de lo amado sufre, como sufre el ojo cuando arde.
Era el giro detenido del sexo y la nuca del sueño.
Era inaplazable la sed de sus entrañas y el torbellino de la nada.
Y era de camarón su torrente de signos.
Si. Era de camarón el delirio de sus muslos.
Sergio Astorga
Tinta/papel 20 x 30 cm

martes, 20 de julio de 2010

Concierto en Do sostenido mayor Opus 4 para instrumentos en negro continuo.

En la pureza estéril del sonido está inspirada esta sobresaltada composición donde las negras (notas) lubrican en compases ternarios los acordes.
Los calderones, confidentes de los silencios prolongados le dan a la participación de las cuerdas un abigarrado recordatorio de alcoba, es decir, un mutis condescendiente.
Se ha querido ver en esta obra cierta influencia del romanticismo tardío, sobre todo por la caudalosa intensidad del divertimento. Sin embargo, a esta obra debemos atribuirle una desapiadada influencia de la música incidental.
Es fácil advertir un tono dominante de tipo galante a través y a lo largo de sus movimientos, especial mente en el cuarto (movimiento).
Apegado a su estilo, el compositor advierte que la obra contiene un sustrato melódico barroco y una urdimbre literaria derivada de una historia simple de amor rural como aquellas Églogas de Garcilazo de la Vega.
No puedo dejar de participar que el piano, como instrumento dominante mantiene la tensión en escena para que los demás instrumentos giren en su entorno.

Los movimientos son:
Primer Movimiento: Allegro con intensidad lineal, con un negro continuo ligero.
Segundo Movimiento: Andante apasionado, glissando del Re al Fa sin dramatismos.
Tercer movimiento: Largo con ciertos toques recitativos por parte del primer violín.
Cuarto Movimiento: Agitado con brío, en donde el desenfreno de los negros precipita un final tremebundo.

Fuera de programa puedo adelantarles que esta obra será incluida en el nuevo repertorio de la Filarmónica Nacional de los Antojos, con sede en los Álamos.

Que la disfruten.

¡Comenzamos!
Sergio Astorga


Tinta/papel 20 x30 cm.

jueves, 15 de julio de 2010

Sin reproches

Se fue sin reproches. Vino y partió como la escarcha. Hoy lo recordamos: moreno de usos, risa solitaria y esa pertinaz espada para cortar el cuello a las frivolidades. En la frontera del beso y el desencanto, construyó un delgado puente de madera balsa.
Deja una casa mental, soles sobre la arena y esa avaricia de fruta no comida.
Vio cómo desfilaba y se perdía su ciudad como esos carritos de hojalata que le regalaban los días de mercado.
Se fue sin respuestas como buen mamífero y con ese sermón esdrújulo que nunca rimó con el vecindario.
Se habrá equivocado?
Hoy lo recordamos.
Sergio Astorga


Tinta china/papel 20 x 30 cm.

martes, 13 de julio de 2010

Sol de Media Noche

Nunca llega la noche cuando es hora.
Implacables geometrías,
lombrices aritméticas
y una luz carnívora de sombra la demoran.

Deber ser por estar junio en paralelo
en latitud de agua deshelada
que la noche no despega el ojo
del caldero.
Se duerme de cansancio
y de infortunio,
sólo con la negrura del aliento.

Segundas bóvedas nunca fueron buenas,
por eso estas maneras antiguas,
-lo digo con insomnio-
no dejaran de estar de moda,
si sigue girando la tierra amanecida
en el cuarto lugar
del Sistema Solar, exactamente.

Lo digo por
despecho, francamente.
Sergio Astorga

viernes, 9 de julio de 2010

Tomando distancia

Hablando de distancia,
no hay como colgar los pies en cordillera.
dejar que un mecánica cuantiosa
integre de ángeles y adioses los corrales.

Sabía que del norte llegaba la tristeza,
ahora que estoy en el círculo polar
la atmósfera del sur ya me preocupa.

Cuánta presión de continente:
un Lutero en el púlpito
y un Ole Hyvä (bienvenido) impreso en el folleto.
Sergio Astorga


Acuarela/papel 20 x 30 cm

miércoles, 7 de julio de 2010

Con tanta conífera formada


Con tanta conífera formada
ya los verdes se atragantan verticales.
Los líquenes se adhieren:
músculos madrugadores en la tundra,
y un sol de cráneo grande
duplica todo el día el mismo canto.

Laponia ábrese paso a la carrera
y es dueña del Reno y de la agua
que corre entumecida.
También es dueña de humo
que sube como un tallo,
desnudo, lento y con frío.

No muy lejos el fósil enterrado
y la osamenta del glaciar
del cuaternario.

Aquí en Saariselkä,
un lunes de junio,
se dilatan suspiros polares
por minuto y se sufre
un cansancio cartesiano en la mirada.
Sergio Astorga

Tinta China/papel

martes, 6 de julio de 2010

Librería de Mujeres

Con los pasos sonámbulos de este Abarrote y a la entrada del sueño, mejor dicho de los sueños, se complace en anunciar el amanecer de la aventura de nuestra Izaskun Legarza que, con sus entrañas ha perforado los obstáculos entre la luz y la tiniebla y, como una voluntad que avanza, allá en Tenerife, en sus Canarias, hoy 6 de julio, abre la primera página de su Librería de Mujeres.
Calle Sabino Berthelot, 42 es el nuevo lugar de sus historias y de otras historias. Todos, los que estamos lejos o cerca según nuestra geográfica manera, encenderemos la flor y el canto de nuevo porque ya hay otro lugar donde se cultiva la lectura.

Izaskun, que es en carne viva todos los libros que ha comido, bebido, vomitado, leído y acariciado, recomienza el ciclo de la palabra escrita en nueva casa.

Que arda la suerte y la hermosura.

Mucho tiempo embelezado en los estantes y que el viento se levante por levante y que crezca como la higuera La Liberia de Mujeres, este es el más ferviente deseo de este antojadizo abarrotero.
Sergio Astorga

domingo, 4 de julio de 2010

Síndrome del Congreso en Laponia

De memoria,
lo digo de memoria
que tanto día no deja
que la tarde se madure.
El estómago
es el nuevo rostro de la tarde.

De memoria,
me dejo llevar por la memoria.
Fue una tarde de madera,
una tarde ganadora, por mas señas,
que olía a café con canela cuando…
Era de tarde, lo sospecho.

Llevo dos días diciendo con el estomago
que es de tarde.
Lo dejo a la memoria
ya me llaman a la cena.
Sergio Astorga

Tinta china