jueves, 28 de enero de 2021

Violaencelo opus 2


Su gota de espíritu nunca fue derrotada cuando la pólvora del violonchelo dio un potente trueno numérico de doble sonido. Un hombre se acercó y dijo: sigue tocando, no nos dejes. Pero el ruego tiene una cacofonía que muere cuando se tañe.Todos se quedaron al brindis. Uno se rasca y el otro tararea. Los músicos buscaban la cáscara armónica y piensan que el telón lo cargan a la espalda. 

Alguien pasa bebiéndose el mundo con sinfónicos gestos y todos callamos por un mes. 

jueves, 21 de enero de 2021

Los caminos



Seguir a la estrella es la vacuna de las sucias pasiones, del olor a sofá y de las acuarelas falsas. Las manchas marrones de la pared y del colchón son los signos de que se vivió sin reglas urbanas, de esas domésticas que tanto nos aplastan. Agustín, Fátima y Mariquita siguieron su paso como aves. No les importaron los cielos nublados ni las cenizas de sus noches. Ellos partieron en sordina con el ánimo de limón por la puerta de atrás.

Los vieron jugar de salón, apostar sus ahorros y dormir la mona en hoteluchos de cuarta. Se les veía un sonreír civilizado, ese que sabe que sus maletas llevan lo necesario para una o dos tardes. Probaron lo justo en las esquinas y nunca negaron dar propina. Como los estudiantes de cincuenta años se veían en los portales para mudar de ropa interior. Invirtieron en sus excesos para oír esas palabras dulces de los buenos días. No vamos a negar, no les faltaba estilo para mojarse los dedos con un poco de locura. Se les mira pasar sin que alguien les eche una mano. Ellos siguen su estrella y no se sirven de la botella del fracaso. No pagan derecho de piso y no rehúyen sus dudas.

Hay nostalgia, a este relato le falta decir alguna tonadita, algún chiflido para que parezca canción los que les digo. No me parece excesivo decirles que si miran la estrella dorada no esperen su cumpleaños para dejar de ir al baño.


miércoles, 20 de enero de 2021

Dibujando con Juan Ramón Jiménez


 

Sirena de párpados varados


La sirena varada en su fiesta de guardar se peinaba con el peine que le regalo fulanita del rap. Tiene prisa de invierno y con su otoño de santo se mece en las olas de paso con sus labios pintados de rojo hoguera. A mitad del camino entre el bien y el mal desprecia la historia de Adan. Su vestido de sal se le unta en los muslos para soñar con aquel niño de los milagros en los cenotes. Su palabra de tormenta atraco en el barco de pesadilla del pirata febril, por eso su coquetería recuerda la conquista de las langostas. Como toda historia que se repite de vez en vez, se le añaden descripciones como escamas en su cauda. Por necesidad cambiaba de nombre y de rumbo cuando era más joven. Hoy, busca el placer salteado. Por eso cuando cada mes se agitan sus aguas se suceden los naufragios. Aburrida de la misma tonada ya no canta, confía en su bien ganada fama y en las regatas de enero. Besos azules sueltan amarras, llegan a la orilla y se instalan para siempre en la arena.

Ayer la miré con los catalejos. Se peinaba, y cuando el sol se marchó, su virtud magulló el silencio perverso del amante en curso. 

El corazón se me salió de la camisa.

lunes, 18 de enero de 2021

Con decencia

 


A los que gustan del calcetín de la decencia, reclamo el derecho de tragar las monedas del puritano y sus limosnas. A los que gustan del cuaderno cuadriculado, reclamo el derecho de sumar y restar a su real gana. A los que gustan del membrillo de las hadas madrinas, reclamo el tornillo sapiente del juguete. A los que gustan bailar con las cosquillas de las serenatas, reclamo los cementerios floridos de tumbas de granito. A los que les gusta leer microrelatos, reclamo la vista gorda para no perderse en minucias irrelevantes. A los que gustan de la navaja de doble filo, reclamo el ramo de locura al lado de Raquel. A los que gustan del callejón sin salida, reclamo el derecho a estrellarse en el muro con la crudeza del ser humano. A los que gustan del fruto prohibido, reclamo el verbo del fracaso para no agobiarlos con reproches de bajo precio. A los que gustan del euro, reclamo sus ahorros en monedas fraccionarias en los bancos blanqueadores. A los que observan desde su casa, reclamo el resfriado de la soledad sin queja que habla con sus gatos.

domingo, 17 de enero de 2021

Primer Congreso de palabras


Las palabras tuvieron un sueño a pierna suelta. Hilvanaron fonemas por todo el cuerpo como una serenata al revés. No hubo palabras piadosas ni verdades medianas. Todo transcurrió sin repetir ponencias ni barbarismos cristalinos y retóricos. El cuerpo teórico saliente se pasea por los corredores de las Universidades y los parques metódicos. Vive con lo que tiene, como una maja etimológica de voces renovadas. Espabilada, ya pergeña su próxima aparición en el segundo congreso.

Mientras eso sucede viaja en sucios tranvías escribiendo grafitis en los baños. Le gusta su oficio y de un tirón se come las viejas palabras. Su soltería es contagiosa e inalcanzable. 

Cada vez que deletreas la invocas así que quédate en silencio y no la molestes. 

sábado, 16 de enero de 2021


Los grises

Se perdieron en el asiento trasero del día jueves. Su fracaso comenzó en el escote de su juventud cuando impúdicamente gastaron su primavera en besos pasajeros. Llevan luto y su tiempo es un bosquejo a lápiz. Sus pasos de salón, no les alcanza para la cercanía de almohadas ni sábanas blancas. Ahora que están aislados, sin trabajo y con mala sangre en los pulmones, recuerdan que una vez, cuando el perfume todavía olía, que las ganas de trepar a las ventanas dejan cortes profundos en los dedos y que dormir de día acaba por prolongar la noche. 

Ahora que todo es presente piden que les vuelvan a contar el cuento, para ver si consiguen cambiar el final. 

miércoles, 13 de enero de 2021

El busca nombres

 


Se probó varios nombres pero como el desamor, ninguno se acomodó a su facha. Vagó por los cajones de familia, no encontró más que naftalina en bolitas diminutas. No le importa el género ni el bicarbonato. Le gustaba la Jimena y el Arturo, pero se le atragantan las margaritas de tequila y el caramelo de Carmela. Subió los peldaño de la etimología, pensó en Gerardo o en Claudia, pero un dolor de muelas lo hizo desistir, fue entonces que se promulgó David, como el rey que cantaba las mañanitas. Desde entonces se le mira en pijama pasear por el parque del retiro.

Si lo miras y te dan ganas de llorar piensa que el nombre se puede cambiar de tarde en tarde como flor de invernadero.


martes, 12 de enero de 2021

Sacramento Martínez


Sus barricadas negras en el suburbio y las firmas en apoyo de las rojas manzanas lo hicieron una leyenda. Él negaba. Negaba todo, hasta el día de su nacimiento. Sabía que le convenía el fraude del libro abierto y su cursilería nunca fue de oficina. Como bala perdida contaba su vida. Yo lo miraba, tomábamos café y nunca lo vi con intenciones suicidas. Yo también niego, él se fue por aburrido. Duró lo que tenía que durar. Se fue con esa Venus de cenicienta. Derrochando sus alcobas vacías, así lo recuerdo. A ver si aprendo.

jueves, 7 de enero de 2021

"El alcurnias"


Por tener la lengua muy larga su reflejo en los espejos lo asediaba hasta el grado de la mentira. La vida entera imaginó que la boca de fresa le ayudaría. Mentira. Su equipaje pesaba como las tardes mojadas. Cómo iba saber que su buena cuna no significa más que deudas y fianzas a sus antepasados.

Se le cerraron la persianas. Su nombre no aparece en el diccionario. Pasó de moda.

martes, 5 de enero de 2021

El marido de mi prima

 

Tenía un retraso en su costilla, no le dolían ni los bastos ni las copas. No sabía que la primavera se acaba como flor y que los piratas nunca regresan por el botín olvidado. De la legión extranjera sólo comprendió como vender discos y ropa en segunda mano. Contra la desdicha las mariposas y las golondrinas en el balcón de la Tía Justa, cuenta. Trotó su mundo con enjundia con esa tonadita que dice que el mundo se vive a solas como ese caballito de mezcal sobre la mesa. La humedad le incomoda. No sabe latín.

sábado, 2 de enero de 2021

¿Alguien puede volver a llenar las copas?


Como escribir del infinito cuando las copas se vacían y la mirada se fija en el balance del horizonte esquivo. ¿Alguien puede decir que en su cocina se cocina el mas allá?

¿Alguien puede volver a llenar las copas?

Las personas pasan leyendo a André Breton. Son pocas y teatrales. Salpican y no me gusta  pupilar. Me quedo esperando a que alguien vuelva a llenar las copas con algo bebible. No hay prisa.


viernes, 1 de enero de 2021

El Ángel travieso

 


El Ángel travieso cautiva su luz. Milenios de leales cautiverios de la risa. Los agrios se confunden y se despeñan. Las esperanzas giran raudas por los yermos, ellos, traviesos atraviesan los sueños. Burlones.