miércoles, 15 de diciembre de 2010

Monolingüe

Era un yo mismo antes de que vinieran a rasurarme. Me han mirado y se olvidan que quise decirles a su debido tiempo que, el dedo oponible es el único testigo de que hubo espíritu.
A mí me han castigado los dioses, me dieron un doblez innoble, una bola amarilla y un pájaro de signos como alas.
No te reclamo por el espejo sino por esta monótona forma de decir las cosas.
Sergio Astorga


Tinta/papel 30 x 30 cm.