domingo, 12 de enero de 2025

Pesadez

 

El fresco de la mañana dejó tan profunda herida como sólo puede dar la indiferencia de las flores.  Nada podrá ser más amargo. Fue un viernes de mudo frio que dejó el mortal veneno que no mata. Se fue el perfume de sus flores.

Esclavo, no tiene mas que despojos y un deseo fértil de buscar perfume en otros jardines, tal vez, en los corredores de otra tierra oscura y secreta.

Que Pedro Zambrano lo consiga.

miércoles, 8 de enero de 2025

Zenaida

 


Desolada, sin esa espuma de amor en los labios. Nunca rompió sus riberas. Sus sílabas son los rencores acumulados. Sus cabellos amargos como tensos cordones, atesoran tus secretos como un remordimiento de sus días florales. 

Zenaida desolada, yo te guardo como el color de tu nombre. 

El mar antiguo recorre el Edipo de tu sangre. Prolongas la vida como un puño airado.

Zenaida desolada, yo protejo tu desamor como la estatua que eres.

lunes, 6 de enero de 2025

Amarizaje

 


Cuando salió por primera vez ala mar, una ola se amarró a estribor. Se hundió con todas sus condecoraciones de ensueño. El ancla y desesperación velaron las celestes horas de tan muertas.

La luz agria, canta la canción de las tinieblas.La gloria es una tragedia sin farol, ¿verdad?

Explícame.


miércoles, 1 de enero de 2025

ENERO 2025

 

Enero, tiene la conjetura de Poincaré, como incógnita del año. Enunciar la estadía de la variedad de las tres dimensiones del día a día, es acotada por la curva de  nuestro pensamiento.

Sin romper la continuidad, no podemos estirar al infinito nuestra emoción por razones de su esfericidad.


Por lo tanto, reciban un conjetural abrazo.

martes, 31 de diciembre de 2024

AÑO NUEVO 2025


 A toda la estimable clientela del abarrote de los Antojos les deseamos que su Astorieta de vida les sea gratificante.

Abrazos.

lunes, 30 de diciembre de 2024

Calendario 2025





A toda mi estimable clientela, como todos los años ya se encuentra listo el Calendario 2025 de los Antojos. Hoy dedicado a figuras de la física.

Espero que sea de su agrado ecuacional.

domingo, 29 de diciembre de 2024

Picante noche


PICANTE NOCHE 


Su vida tuvo notas de miel, poseía burbujas de pensamiento finas y elegantes. En suma, tenía aromas de frutas y pastelería. En la noche de San Crispín y San Crispiniano, como si fuera poseído, salió a medianoche. Corrió por la ría, sudó sus aromas. Con la carrera perdió su corazón. Él, tan enamorado, tan político. Se bajó los pantalones, se hundió en la fría agua del río. Montado en la corriente supo que hay noches que pican, que dan ganas de mojarse. 


ALIENTO 


Con su aliento de amoniaco se enamoró locamente de unos labios mortíferos. Él volaba, sumergido en la esperanza. María Luisa, suspiraba. Si tu quisieras, las horas anidarán celestiales tonadas. Que delicia que seas tan ligera, tan etérea. Me gustas porque presientes mi respiración. 

¿Por qué sales volando? 


DE OÍDAS 


Érase un toro herido buscando refugio. Un beso engendró el deseo de buscar pareja. Nació animado por una madre suspensa de la respiración de Marte. A sus orejas llegó el llamado colérico de la lujuria. Recorrió la dehesa de norte a sur. En un lecho de piedra miró recostada a esa Artemisa con las vulvas rojas expuestas. No habita remedio posible, el Toro siguió la tentación del rapto. 

La llevó en su lomo, domando el cuerpo, ella, apretando sus piernas no pronunció palabra. Alguien husmea el rapto y se le exprime el corazón. Los siguió, y cuando el toro intentó mordisquear la oreja de Artemisa, una lanza cruzó su oreja. Las colinas se tiñeron de violeta y los pastores cuentan historias distintas, esta es una de ellas. 


Antología, gracias a los Editores por su desición de publicar estos textos

sábado, 28 de diciembre de 2024

Esferas navideñas


Esferas navideñas

Sergio Astorga (México-Portugal)


Fueron llegando desde el dos de diciembre. Primero fueron las verdes. Cuatro cajas de doce esferas cada una, de inmediato sacamos el árbol de su caja y muy contentos colocamos las esferas. Mamá nos regañó. Primero las luces, nos dijo. Juana y yo las pusimos rápidamente. Nos gustaba nuestro verde con verde. Después llegaron las esferas azules. Las colocamos sin esfuerzo. Las amarillas las pusimos ya con dificultad, nuestro árbol es pequeño. Ya no teníamos esperanzas de tener rojas pero llegaron el cinco de diciembre. Las colocamos en los huecos que quedaban. Satisfechos mirábamos y mirábamos nuestro pequeño y repleto árbol de navidad.

Ya no sabemos qué hacer, siguen llegando esferas y esferas de todos los colores imaginables, todas redondas y del mismo tamaño. En el árbol ya no cabía una esfera más, así que las fuimos colocando a su alrededor. Fue inevitable cubrirlo, ya no lo vemos pero sabemos que está ahí detrás de todas las esferas. Hemos tenido que hacer algunos cambios. Las esferas seguían llegando. Así que llenamos la sala de estar y el comedor.

Ahora dormimos al final del pasillo. Por fortuna no hemos partido ninguna. Mamá dice que partirlas es de mala suerte. Lo que nos preocupa en realidad es que ya no tenemos paso a la cocina.

(Brevilla)

viernes, 27 de diciembre de 2024

Certeza de viento

 


El mitológico mundo interior se pasma cuando las corrientes de aire vienen de Esparta. Espero con estoicismo que lleguen los vientos de Atenas, porque la A, siempre es la primera.