Un destello terrestre los dejó suspendidos en la escala de Do Mayor. Los turbios pentagramas se formaron a la entrada del teatro. Un hilo tonal presagiaba una mancha sonora difícil de interpretar. Las cuerdas se sumaron a las heridas del fagot. Las ramas de lo silencios atraparon las corcheas como si fuera el celaje de un enemigo. La vihuela se interpuso y clavó su sonora raíz. Nadie lo notó. En los balcones un aire usado mordía las mejillas de los diletantes.
El eco sobrevivió al concierto y ningún pájaro se atrevió a salvar la tonada.
Encima del programa: el bostezo
Fue un error toda la temporada de concierto.