viernes, 18 de noviembre de 2011

El dorso de la cáscara


En el tórax de la tarde, cuando las horas cuartas cuelgan en la pared. Los jugos gástricos se provocan unos a otros y los molares ya quieren rasgar el alfabeto de la fruta. La sopa sigue humeante emocionada. El aire es metafísico, casi comestible.
Una creatura de sabor crece debajo de la mesa y tú no llegas. 
No me preguntes porqué quise saber lo que había dentro de tu cáscara.   

Sergio Astorga
Acuarela/papel 50 x 70 cm.