miércoles, 13 de agosto de 2025

El único

 


El vaivén de su cuerpo era como la letra U. Sube y baja sus pendientes como si fuera la travesía velada del alfabeto. En ocres, las palabras han quedado en su pasado y la levedad de su ubérrima siesta lo alcanza y lo deja con los párpados temblorosos. 

Un aire usado se respira en el silencio de sus cuadernos. Inflamado su uréter le provoca un desplante oblicuo.  Es al uso un hombre urbano. Negras sus manos ululan las estrofas de una U que se peina en honor a su patria uruguaya.

Comprendemos que la uña del vocabulario le es indiferente.

El psicoanálisis no atina a darle dimensión humana en este teatro uniforme.

Urías, se llama para mejor seña.