lunes, 11 de septiembre de 2017

Coexistencia


Los mejores días de Luis no coinciden con el otoño. Le gusta la fruta y el sepia de esos días pero no tolera esa desmemoria; ese decir que todo esta bien y que sólo con pedir disculpas se arregla todo. ¿Y qué pasa con la idea de justicia? ¿Dónde poner a los muertos? ¿A los desaparecidos?  A Luis se le inflaman sus férulas y piensa en el castigo y no sabe que letra va primero. No sabe que hacer. Se le baja el aliento y se asusta de tener tanta conciencia. Duda. ¿Será que sólo le pasa a él esta atribulación de espíritu? Le dicen que tiene que cuidarse de sí mismo, que es mejor para todos y niegue tres veces como es la costumbre.
Los mejores días están por venir. Sueña. En su agonía.