Para Blanca Miosi
En algún árbol se encuentra la tibieza,
las flores rompen sus capullos
y el estanque, agua día, gotea.
Nada vuelve y permanece.
Los rostros se vacían en el gesto
y la nube de palabras crece y cae
como de lluvia en ausencia.
Viracocha se incendia sin quemarse.
La piedra imagina su erosión
a la sombra del puente
y el mundo es una blanca mirada.
Se desvanece el olor colgante.
La casa respira al viento,
la semilla madura al sol
y el verde mese con tacto la hoja.
La perpetuidad en la montaña duerme.
Sergio Astorga
tinta/plumín 20 x 30 cm.
DONATIU / DONATIVO EQUILIBRISTA
-
Amb més d'una dècada de docència, artífex d'antologies de renom i estudiós,
divulgador i mestre del gènere microrelat, l'escriptor Ginés S. Cutilla...
Hace 19 horas.