sábado, 21 de noviembre de 2009

Ofrenda para Apostillas Literarias

Para Magda Díaz Morales

Sencillas,
se siguen unas a otras:
de barro, de madera
de cristal, de lengua.
Vienen cocidas,
crudas, tiernas,
con luz o enfurecidas.
Ellas todas suenan,
se secan en verso
o se amarran narrativas
las agujetas de las botas.
Construyen tiempo,
unen cuerpos y separan
el cielo de la tierra.
Otras
vienen con la frente rota,
con los brazos repletos de alfileres.
A veces
suspiran y son de mala leche.
Algunas
agonizan disputando huecas.
No se dejan,
son firmes como el árbol
y queman y arden:
su ceniza es negra.
Luego
vinieron los libros
y en papel quedaron.
Así de sencillo
el ojo descubrió al rayo.

Sergio Astorga
Tinta/plumín 20 x 30 cm.