jueves, 6 de mayo de 2021

Una viudez


Extraño la vocación de llamarte como si estuvieras en el túnel de la isla. No hay izquierda tan tonta como la que no se da cuenta de ser estructura de la derecha torcida. El paraíso es el espíritu del maniquí. AL otro lado de la acera llueve y aquí como un coronel furtivo me dejo mojar. Que te puedo contar desde este fastidioso número sin semen. De esta beoda realidad sin rumbo. Si me cuentas tu vida, prometo imaginar un futuro. El absurdo será nuestra carta, con faltas de ortografía y sin remitente. Del otro lado de la acera caminas sin mi brazo y me dices que no importan los símbolos del porvenir. Si quieres me quito el uniforme, la medalla de género, el rostro moreno y la amargura de lo civil. Voy a seguirte, no me importa ser esquirol del precipicio. No escondo mi deseo y prometo no confiscar tus bienes. Te invito a leer la palma de mi mano y volverte a contar lo que ya sabes.


No hay comentarios.: