lunes, 15 de marzo de 2021

Locas de atar

 

De la vuelta de las labranzas, de los remedos, de los rincones; de las nostalgias de las formas, del tedio del cornúpeta del lápiz, de la acuarela dromedaria, del parco espacio enano y porno drástico; errante de los diseños, el bípedo entorno de la forma, sin oficio. Recamado de la metáfora de las líneas perversas de ideas en resaca y reseca: lumbar de la materia plástica sin alma calma. Locas de sentido, del íntimo páramo de la lengua; de la conjugación de la cópula del tenso eterno, del silencio del próximo dibujo. Rodeado de papeles, de libros; de ceniza borrada en lienzos de arpillera. Las plazas de la infancia, las horas de las librerías conocidas y ese remedio de latín oxidado dentro de mi cuaderno. Rosa rosae traspasa mis huesos, la memoria. Me estiro en el caballete, el cuaderno, y es latente la primera nuca expresionista. El agua navegando en el pincel, sin tregua, con el asombro de que un día estuvieron dibujando autorretratos. Se asoma la ciudad por la ventana y una locuaz palabra como arteria emprende el vuelo, y un cadáver como estatua comienza a modelar. Los papeles están en celo, sacan las mentiras en los ocres, en los ultramarinos, y no hay manera de trabar las puertas, las mesas, los automóviles. Entonces los diccionarios llegan y de pronto se avientan dulcemente a las vías del metro. No se puede atardecer si los colores no están completamente secos. La angustia de que maduren a destiempo nos deja ateridos leyendo estas palabras.


domingo, 14 de marzo de 2021

Entre las hojas

 

Cansado de carecer de antenas que le pudieran avisar de los peligros de los jardines que recorre en los alrededores de la ciudad. No sabe porqué no se aparta de su cuerpo ese silencio muerto; esa calma sin luna. ¿Qué hacer? Sin horario, mezclado con el barro, con las lombrices, recluido con esos vecinos rastreros. Un camino, una casa, sus ruidos, es lo que busca a tientas con los nervios de anélido, de bicho raro. Escucha las gotas de la lluvia, saluda a los caracoles, les envidia su concha, sus antenas. Como siempre, rodando a ciegas no encuentra el derrotero. Cuánta monotonía. Socavan su ritmo vacío. Sólo, entre miles de insectos que saben a dónde van.  Aquí o en otro lado, la tierra le penetra por las venas, le duele su cuerpo, su cabeza, su recuerdo. Por el vidrio baja una araña, asfixiada, como si estuviera fuera de propósito. La mira y encuentra consuelo. Busca meterse entre las hojas y espera a que pasen las horas. Llorar a lágrima viva hasta que se inunde esta hojarasca lo que resta del día.

Lo consigue.


jueves, 11 de marzo de 2021

Su sombra


Como una enfermedad venérea contraída por nuestra tía más querida. Así es su sombra. Lo seguía como anestesia, como Facebook desbocado. Bocado, carnada machacada. Total, ni la Internacional Microcuentista lo cuenta, lo muestra; ni ellos en su delirio dramático quieren tener esos espejismos que su sombra proyecta como un trozo de tragedia. 

Rota la media, lo asedia, lo putea de noche, de día. La sombra es pantera, pantaleta que patalea en la radio, en la televisión, en zoom. Su sombra es una Ofelia que resiste, se fascina, se desvive y se incrusta. Nada salva a la sombra, ni la antropología, ni la pastelería, ni su lengua, ni su almohada. Llorar no sirve, ni poner la rodilla en la hierba del insomnio. La sombra es una lija, una miga irreductible. Que no lo sepan es su problema, el mío, el de todos. Los brazos, las piernas se juntan, se confunden. La sombra es negra, sin ojos, sin zapatos, por eso son irascibles los días sin sol.
¡Basta! Dejemos de asombrarnos, que la sombra deja caminos para los que vienen atrás. 
¿Sienten sus pasos?



miércoles, 10 de marzo de 2021

Eco

 


Un reflujo de anestesia fluorescente, prensil, carnal, letal. Se escucha como larva, como hierva; como lúdica oruga. Chupa, rebota en las paredes. Una entelequia con greña. Una intensidad mórbida que fluye viva. Es una crisálida de la noche alada, donde se inhala el espacio desnudo, nutrido de nada que se absorbe y que da mucho gozo. Temblor de gloria en un infierno precipitado de sonidos incomprensibles a las bocas. Un paradigma sin trenza, con materia despótica de viento. Un sexo sin dueño y un premio de abstinencia sonriente. No hay un sitio mejor para meter el oído sin contradicciones.

Te lo digo por experiencia, el eco tiene la muerte de las abuelas y la sintaxis de los arcángeles, esos que tienen gatos por amigos. No te niegues al eco, que te puedes contagiar de silencio.

Es muy grande la noche accidentada en su propia ración.

Repite conmigo

martes, 9 de marzo de 2021

Caballo de Rey


No era un rey de chocolate, era un jubilado de carnaval. Nada viejo y con poca ingenuidad. Tenía un caballito de madera, rescate de la juguetería de su familia que llevaba a todos lados; le hablaba y cepillaba su cartón, quitándole la pelusa que se le pegaba debajo de las orejas. Parecía un Rey de Astorieta que pretendía mostrarse un avatar digno. Como todos los reyes saboreaba a la gente de lejos. Sentía pena de ellos y con un gesto misericorde los miraba sin decir palabra. Acariciaba la crin de su caballo, le musitaba palabras cariñosas, y su reino circular se instalaba en ese hipódromo inmaculado. Sabía que por una nariz ganaría al llegar a la meta.

Quería imponerse a la realidad, por eso se ha dado a la tarea de buscar un digno nombre para él y su caballo. Si la vigila te habita sin amargura, puedes ayudar a nombrarlos. Será tu tributo en la red social. Si eres mayor de dieciocho años envía tu aportación onomástica por estos conductos. Plazo límite 14 de febrero.

domingo, 7 de marzo de 2021

Ubre et orbi

 

La ubre consentida tiene su casa con los Ortega. Su blanco universo le dio corazón a toda la camada. La alegría viene de la libación, lo saben el colibrí y los añojos.

Los bares la imitan, pero saben a fracaso.


lunes, 1 de marzo de 2021

Marzo

 

El trío ángeles 

Después de una serenata en los confines del cielo, y al tocar todo su repertorio bolerístco, el Ángel del mostacho, primera voz, se enamoro de la Rita. 

Desnudos al amanecer, el verano terminó en tragedia. Una broma macabra escurrió por los cristales. Los angelitos no tienen sexo.


domingo, 28 de febrero de 2021

Paraíso Blando


El paraíso es blando le dijo mamá. No voy a negar que nos chocó, hacer turismo trascendental le dio dolor de dientes. Con mala salud regresó a casa de madre. Tosía a todas horas, siempre fue un pulmón suicida, un profeta del vicio. El rojo de colonia en su pañuelo y ese cansado ojo mirando de frente.

Sabía lo que le convenía y nunca miró películas cursis. Tiró los dados buscando botín para conseguir la corona del abandono. Mamá decía que era veneno, pero para mí era un ídolo de plata, una ventana faltante de la casa. Un camino posible, otro hogar lejano, un refugio. Simplemente un paraíso. Mamá le dijo que era blando y yo ya no sé como suspirar sin que me escuchen. En mi cuarto, me tapo las orejas y amo esa grieta en la pared como si fuera el recurso de salida. Espero que se agrande, oculto la ira y quiero la dicha a mi costado. Me urge esa urgencia de salir sin bufanda, sin camisa, ablandarme y estar en ese paraíso, aunque sea un no sé qué que se desliza por el hombro. 

¿Que será de mi ídolo de plata? 


miércoles, 24 de febrero de 2021

Reina de Corazones


Le sobran soledades de corazón abierto. Tenía cupidos para toda acción. Para los Barrabás y para la Lucrecia. Para el desalmado y para la aventurera. La que tiene el vals en los holanes o el que tiene la corona de espinas como fistol, tienen en su puerta el agridulce beso soñado. Conviene decir que esta Reina todo corazón, estudiante avanzada del naipe de Alicia, jugaba ese juego celestino sin importar la hinchazón de los tobillos. Era una heroína de los suburbios y ningún perfume de pasión enturbió su buen oficio. El libro del Buen Amor es su vademécum y nunca negó su impericia en las reconciliaciones. Algunas cenizas se esparcen en los fuegos nuevos. Lúbrica, la Reina de Corazones es trending topic entre la muchachada sin barrotes en el cuerpo. No la busques en las madrugadas ella sabe de las pulsaciones y de repente se te aparece . Es entonces que no tendrás mañana y una calentura te cercenará como alegría. No huyas a Netflix ni te amotines en el chat. Cuando llegue tu hora la Reina de Corazones dejará una estela de jazmín y paracetamol.