lunes, 13 de febrero de 2012

El rostro




Ese rostro amado,
lisonja y embuste,
una fina línea lo separa.

Su remota virginidad
es tangible pan
y augurio sedante de su talle.

Parece desalmado de Eros,
y un latido liquido
embalsama su garganta.

Con la punta del lápiz lo retoco,
y ese rostro amado
vuelve a ser lisonja,
ante el embuste de mi mano.

Sergio Astorga
Acuarela papel 20 x 30 cm.

8 comentarios:

Maribel Romero dijo...

Preciosos esos últimos versos para esta acuarela que me resulta tan cercana, tan conocida, ¿por qué? Ese rostro me suena.

Un abrazo morado.

Sergio Astorga dijo...

MI querida Maribel, disculpa el retraso que traigo un resfriado que ahora mas que nunca necesito afilar bien la punta del lápiz.

Esa acuarela pertenece a una serie de acuarelas de violetas, posiblemente recuerdes esa que ya salió en el los Antojos. O será que mi autorretrato es tan fidedigno que me miras con la memoria.

Un abrazo a lápiz.
Sergio Astorga

Lola MU dijo...

¡Ay, Sergio! Qué bonito el rostro amado, siempre hermoso (que el amor todo lo embellece, hasta el embuste).
Abrazos lisonjeros...y sinceros.

Sergio Astorga dijo...

Lola Mu, las notas de Schubert están presentes. Ellas, las notas de Schubert, me provocan mucha ternura. Semejante a la del amor.

Un abrazo bellamente sonoro.
Sergio Astorga

Myriam B. Mahiques dijo...

Te iba a comentar tus hermosas aves de hoy, pero esta acuarela, me ha hipnotizado, tanto que he de leer el texto otra vez. Felicitaciones Sergio!

Sergio Astorga dijo...

Myriam, la acuarela tiene el ritornelo del agua. Discurro por ella, me siento tan a gusto que se me olvida que soy de barro.
Gracias.
Como sabes hay días que los tonos tiene intensidades que nunca habían salido, por otra parte hay colores que ya han sido descontinuados (marcas de color) y que posiblemente no vuelvan jamás esos matices.

Un abrazo Azul Windsor.
Sergio Astorga

Myriam B. Mahiques dijo...

Sergio, nunca aprendí a pintar en acuarela, sí hice óleo y óleo pastel, tinta.... Pero conozco la técnica, mi esposo tiene acuarelas con dibujos en tinta, en combinación, y sé muy bien que lograr esos colores es absolutamente difícil. Si una acuarela sale mal, queda toda ¨amarronada¨, los colores empastados, por así decirlo. Más allá de los colores tan atractivos, la estructura del rostro es impresionante. Un beso,

Sergio Astorga dijo...

Myriam, es verdad, la acuarela es una técnica justa, como el poema, ni una palabra menos ni una palabra demás. Es una técnica que la he hecho mía, la trabajo mucho, con paciencia furibunda. Aplico veladura tras veladura, como se trabajaba en el renacimiento. Mi paleta es el papel, nunca combino colores en recipientes “godetes” porque como dices, la nitidez desaparece, queda amarronada (primera vez que escucho este termino).Tardo mucho tiempo en terminar una acuarela, para mi es pintura, no hago oleo porque a la media hora ya tengo cerrada la garganta, tengo como alergia. Me gusta darle cuerpo al color, un color que es de agua y llegar a su consistencia a la solidez aparente sin que pierda transparencia. Es uno de los atributos que busco en mi trabajo.
Trabajo en diferentes papeles (soportes 100 % algodón, satinados, gruesos en frio en caliente. En fin, la higiene creativa es muy importante. Tengo disciplina férrea en ese sentido. Si una acuarela la estoy entonando en amarillos, la siguiente - puedo estar haciendo al mismo tiempo varias- van entonadas siempre distinto. Una en formato vertical otra en horizontal. Nunca hacer tediosa la labor para que el misterio siempre este vivo.

Un abrazo en sepias.
Sergio Astorga