miércoles, 6 de mayo de 2015

El Señor Contorno


Con la sonrisa de los niños viejos nació el Señor Contorno. La influencia inobjetable de Willem de Kooning lo anima.  Fue amamantado desde la cuna hasta sus estudios secundarios con una tendencia opositora a la abstracción totalitaria. Dejó de chupar de ese fontanal sólo por apatía.
La originalidad la tiene en mal aprecio porque dice que las luciérnagas tienen la iluminación sin proponérselo.
Vive del ocio, como debe vivir cada día toda expresión que sea significativa.
El Señor Contorno, viajó por el mundo para romperse el corazón esperando que los cielos perdieran el enfermizo amarillo que los pinta. A su regreso, el exceso de musgo en la piel lo convirtieron en la mascarada que hoy se exhibe sin pudor por las calles deshabitadas de los galerías de arte.
Él no se queja, esta hecho con pincelada firme. Tiene su blanco de alegría en el rostro,  los ojos vivos y todas las formas que lo vieron pasar no lo han disuelto. Ni en el asombro ni el desengaño lo mortifican.
La eternidad es fija y poco sólida como el lecho vacío. De eso no tiene duda.

Si alguna vez tropiezas con él, sabrás el porqué los contornos hacen al mundo diverso.

Dibujo digital

martes, 5 de mayo de 2015

El Señor Manchas


Las voces imprevistas y el rumor de los pasos se pierden al fondo de la calle. Todo lo que el sueño circula y palpa madura en su retina. Nadie puede decir que no tiene una densa manera de ser. Así vive el Señor Manchas. De la furia al sollozo. Desnudo se quema sin contornos y el precio de su nombre nadie lo conoce. De pronto, quisiéramos ver su cara sin esa sordera de rasgos. Pero la voz tampoco sale como si estuviera quebrada de garganta. No hay lugar para la sombra de facciones.
El Señor Manchas tiene un irrefrenable compromiso con el accidente. Es arrojado e imprevisible. Se diría que hay una viveza en su secreto. Su vida es como un lienzo de súbitas aciones. Pulsación, esa es la manera de estar en el mundo.
Cuando estamos ante él, su encarnación misteriosa nos deja sentir nuestra propia forma y atónitos, dejamos el realismo en el guardarropa. 

Dibujo digital

lunes, 4 de mayo de 2015

El culto grano


El Doctor grano, daba una conferencia sobre la existencia y sus morfología, muy quitado de la pena. La pena le venía desde joven al verse invadido por granos fluorescentes. Puntitos de luz neón se encendían pródigos por todo el rostro. Causa aparente: sus nervios. Cada vez que tenía ocasión de hablar frente a más de cuatro sabía que, su voz pausada y sonora, no reflejaba la ebullición facial.
Al paso de los años y siendo ya profesor emérito de diferente Facultades, constató que su mal no era físico. Era ontológico.
“Si soy lo que soy a pesar de lo que quisiera ser, no tengo más remedio que aceptar lo que es, sin más argumentación falaz”. Esta fue su sentencia, doctrina y amparo hasta que un día sentado en la sala de estar del dentista, al hojear una revista médica leyó:

Si usted, caballero o damita, sufre de granos, con una simple intervención usted quedará con rostro de bebe. 

“No aspiro a tanto, con que sea de hombre jovial y maduro me conformo”, se dijo el gran profesor. De inmediato apunto en su agenda el número y dirección de la clínica. 
Dos meses se debatió entre el ser y el poder ser. Cuando salió de la clínica comenzó a elaborar nuevas premisas que se colapsaron al volver a sus actividades académicas. En la primer conferencia su rostro se iluminaba como marquesina en día de estreno.

Muy seguro en su recapitulación se dijo: “Cuando el problema es existencial, no se padece cuando se asume que lo que es no puede ser de otra forma”.

domingo, 3 de mayo de 2015

viernes, 1 de mayo de 2015

Mayo


Mayo ha llegado con la orgía de corazones en el pecho de los cuerpos de sanguíneo buen humor.
Leal a su logaritmo su atardecer es rojizo como la hoguera.
Saquemos, como lengua de su carcel, a ese meritorio músculo.

jueves, 30 de abril de 2015

miércoles, 29 de abril de 2015

Trazos


El trazo del lápiz trata de ser curvo 
para desatarse en ola.  
Por eso nos rompemos.

El mármol está sumergido. 
La gota del agua lo traspasa.
Por eso nos buscamos.

Los blancos no son tan anchos. 
El talud de la pirámide descansa su peso.
Por eso respiramos. 

Por ser tan muchacha. 
No guardas la tumba. 
Por eso el gavilán se pierde de tan grave.

La casa redobla sus espejos. 
Nada será mejor que el reflejo.
Por eso la luz nos filtra el rostro.

Cuando el laberinto se manche de cerebro. 
Será la edad de otra punzada.
Por eso se ajusta nuestra brega.

El nombre pendía de un cuerpo. 
Pegajosos estaban los huesos.
Por eso seremos también cenizas.

Otras voces cruzan la habitación. 
Las imágenes son borrosas.
Por eso las ramas se enredan e los pies.

Se inclinan las palabras al bullicio. 
El suspiro es seco.
Por eso la historia se ata así misma.

Alguien todavía cree  en los rituales. 
Sólo el duelo queda en el pañuelo.
Por eso nuestra boca es húmeda.

Entre una pausa y otra, la marca de la hora viva. 
Pesan los párpados.
Por eso escribimos un libro sin saberlo.

Lo mínimo se confiesa en solitario. 
El desierto se repliega.
Por eso enloquecidas las hormigas nos recorren. 

Se frota el fuego en la llama. 
Se vuelve dulce el mapa de las venas.
Por eso nuestros extravíos son fragmentos.

En otra vida los trenes llegaran. 
El humo no deja ver la salida.
Por eso el silencio se nos ahoga.

Quedaron los pedazos, sueltos, a la intemperie. 
Las marcas en la pared lo dicen.
Por eso el sol nos quema.

La piel es ligera de memoria. 
Se repiten las mordidas al aire.
Por eso ya perdimos nuestros nombres.

martes, 28 de abril de 2015

Caro amor


Escena en un Acto
La acción se sucede a media tarde. Puede ser en exteriores o interiores dependiendo del director de escena. Se sugiere actores expresivos, no importa experiencia.

- Me haces un lugar en tu cabello.
- No.
- Junto a tu pecho para dormir.
- No seas chuchú.
- Hay un rincón en donde yo quiero acurrucar.
- No, que tengo el tiempo medido.
- Puedo cantar en tu oído.
- Que latoso. ¿No tienes que hacer?
- Puedo irme a esa nube.
- Puedes.
- No me esperes.

Tinta/papel.

lunes, 27 de abril de 2015

Inalterable


Las cosas inalterables son del momento azul. Las órdenes angelicales ya no quieren reclamos ni sollozos.
No podemos recurrir ni a los hombres ni a los animales. El instinto no sirve para interpretar al mundo. Los espacios no se llenan con el anhelo de los solitarios pensadores. 
Son penurias los destinos. No sabes que los brazos solo tienen ausencias. El vuelo más ferviente no tiene primavera. Las estrellas ardieron y la ola del pasado se levanta insulsa por los días. Nada de lo que tienes alcanza altura. La caída del héroe es el pretexto de los amantes de la inactividad. La erupción no es lo más antiguo. La cuerda resiste para que el cuello pueda permanecer rígido.
Escucha las voces. El colosal llamado de Gilgamesh. No toleramos su voz. Su grito nos llama. Brota desde el cavernoso principio de nuestro destino. Las inscripciones de la roca nos piden el sacrificio. Un sinfín de manos angustiadas no son alas de ángel, ni juguete infantil del vuelo. El aleteo del espacio esta vacío. Temprano nos soltamos de la teta, la leche y la dulzura. ¿Subsistiremos sin ellos?
La primera materia es la única vibración donde aprendemos. Filial consuelo, como acompañados por un vals de Felipe Villa Nueva.
https://youtu.be/g6OmYkCk11Y

jueves, 23 de abril de 2015

Brevedad XIV


Toda Brevedad es la síntesis de múltiples lecturas. Se encuentra cerca de la encrucijada, nunca de la gracejada.

miércoles, 22 de abril de 2015

martes, 21 de abril de 2015

El león es como lo recuerdan


La jungla ya es otra pero su imperio persiste de pura grandiosidad. Los historiadores con doctorado afirman su origen veneciano, pero los habitantes mas antiguos los desmienten porque atestiguan que lo vieron aposentarse y beber tranquilamente en el Barrio das Fontaínhas, un autentico miradouro del que quedó fascinado echando garra en el suelo. 
El león muy quitado de la pena se harto de beber agua del río. Dicen que para calmar la sed de venganza que le es propio a a los seres de magnificencia y poder. Quedando tan satisfecho y apaciguado que por gracia de un encantamiento comenzaron a salirle dos espléndidas y robustas alas. Fue en este momento cuando el león se convirtió en símbolo de la ciudad al ser captado por la visión del artista escultor, que siguiendo los testimonios del barrio, modeló la imagen primero en cera y después en bronce. Cuentan los moradores que el león al darse cuenta de que con ellas podía iniciar el vuelo y ampliar su territorio, comenzó por arrojar de su feroz hocico toda el agua que había bebido. Hasta que se vació tuvo el peso requerido para emprender el vuelo. Corría el año de 1882 cuando todo esto sucedió. 
No esta por demás decir que el verdadero león alado regresa a bebe del río  todas las madrugadas para henchir la barriga de la escultura y así  convertirla en fuente permanente de su presencia.

Fotografía: Fonte dos Leões fica situada na Praça de Gomes Teixeira, cidade do Porto, Portugal.

lunes, 20 de abril de 2015

domingo, 19 de abril de 2015

sábado, 18 de abril de 2015

El andariego


Los fue alineado por tamaños, después por confección: los de fibra sintética al principio; los de lana ahora son sus preferidos. Sin embargo, nunca quedó satisfecho. Ahora los alinea por tamaño. Ya no quiere de color. Sus gustos han mudado. Hoy es monocromo, monolingüe y su monólogo tiene que ver con el recuento de pasos que lo han llevado a conocer palmo a palmo la ciudad. De talón fuerte y dedos ágiles nunca dejaba pasar el día sin andar de arriba para abajo sin objetivo cierto. Al llegar a casa se quitaba el par de calcetines y los lavaba con agua tibia. “Calcetín andado calcetín guardado”, decía. No repetía de par, siempre eran nuevos. Fuera de su casa se podía ver un cordel donde tendía, equidistantes, los calcetines usados. Todas las mañas estrenaba un par que religiosamente era lavado y colgado como si fuera un trofeo. En una libreta anotaba: "calcetines usados el 3 de julio; camino andado: 15 kilómetros". Se acumulaban ya treinta libretas de pasta negra ordenadas por mes y año.
Cada quién sus pulsaciones, yo lo respeto y hasta lo admiro, pero no puedo negar una inquietud que me angustia. Quisiera regalarle unos zapatos, porque me digo: calcetines tiene muchos pero, zapatos. De tanto andar… digo, tanto calcetín para tan poco zapato. Ahora que lo vea pasar voy a preguntarle si le puedo dar unos. Negros, por supuesto.

Fotografía: Escadas do Codeçal, Porto, Portugal

viernes, 17 de abril de 2015

jueves, 16 de abril de 2015

La suerte del amorcillo


Al nacer de un huevo de bronce se fraguó su desgracia. No hubo principio de inmaculación. Producto de mortales y sus devaneos amorosos, su destino se vio ensombrecido y nunca pudo tornarse el héroe que su madre anhelaba. Esa es la razón de que a ella se le viera llevar un lirio blanco en su mano derecha hasta el último día de su vida.
Estuvo a punto de ser basilisco ya que su huevo tuvo yema, pero los vaticinios pronto se resolvieron. Sería un ser de bronce. 
Al nacer su hálito fue pesado y seco. Su madre, ofendida, de inmediato lo lavo con tisanas de alcanfor y le puso de nombre Salano, por el sulfuroso aliento que le crecía. 
Se constataba en él, un perfecto ovalo de rostro; el mismo porte de Hector, el domador de caballos. Pronto tuvo en su cuna, la rienda de un caballo de trapo. De ojos grandes parecía un futuro Alejandro, el Macedonio; con esa imagen, su ardorosa madre buscó un preceptor que tuviera formación aristotélica. Durante los primeros tres años no hubo hazaña en las que Salano no estuviera presente. La prodigiosa mente de la madre lo hizo llevar daga, túnica y don de mando.
Nadie duda de que todo ese glorioso destino pudo cristalizarse, el putto tenía virtudes de sobra, pero poco a poco, al enfriarse el entusiasmo de esos primeros años, el bronce, al fin metal, en alianza con el cobre y el estaño, le dio la forma definitiva. Por fortuna ha quedado para la posteridad el gesto tierno y risueño de Salano, como testimonio de un sueño en plaza pública.

Fotografía: Escultura de Herique Moreira, Los Meninos de la Avenida dos Aliados,Porto, Portugal.

miércoles, 15 de abril de 2015

Cosas simples


I
El ritmo del calor
se lo come la chicharra.
Los trenes sucumben
y las sábanas húmedas
te nombran.

II
Grité tu nombre.
Me perdí en tu frente.
Sigues rota.

III
Podía ser unas huella
esta inhóspita espera.
Hay cosas que no mudan.
Las nubes inmóviles.
Las de siempre.

IV 
El aliento no está en el café.
La cuchara se ausenta.
La retina busca tu rastro.
Son errantes las cenizas.

V
Tu cintura fue el relato.
Tu silencio 
ha borrado la historia. 
Sólo tierra sobre tierra.

VI
Tu primer olor
abrió la grieta.
No me imagino sin oído.
La nariz es de confiar.

VII
Escribí tu nombre. 
Papel blanco en tinta verde.
He quitado palabras
para decirlo en voz alta.
Con la saliva oscura.
Derramando sonoridad.

VIII
Me froto contra el frío.
Las encías sangran.
¿Será que el bramido
sólo asusta a la presa?

Acuarela/papel

lunes, 13 de abril de 2015

Una mañana


Al hojear el periódico, se hizo añicos el próximo día.

Fotografía: escultura en bronce de Terry Allen en Yerbabuena Gardens, San Francisco California.