viernes, 23 de abril de 2010

Libro caído

He nacido hoy con las alas abiertas como un libro. Mis hojas son de geología meteórica y mis genitales son de aire. Como prólogo diseminado mi signo es el vuelo. Al ojo del lector soy como el cereal germinado en una mente. Como oro disperso cambio de rostro cuando llego, y el sonido metálico de algunas silabas silban como espirales noctámbulas.
Mis plumas son férreas. Una cuerda tensa y un áspero rocío en días estériles me inclinan hacia un lado o hacia el otro.
Como espuma de vuelo, la hebra de la historia duerme a los pies del águila y del estruendo.
Si los caminos se visten de oquedades sonoras, no se encandilen, son maderas de otros vuelos.
Mil años de altura me devoran de palabras. Me quieren mirar y descifrarme pero, se despeñan. Voy machacando el alimento en las bocas vacías, sin crueldad, con pedagogías fonéticas del aire.
Estoy sometido a la ráfaga y a la espera. Sigo vibrando colgado del cielo y la blancura, con ese animo tenaz de pajarero.
Sin embargo, transparente, hoy he caído, reuniendo mis alas como un libro.
Tal vez mañana, vuelva a ser azul mi territorio.

Materia de los céfiros.

Sergio Astorga


Tinta china/papel 20 x 30 cm.

14 comentarios:

Gemma dijo...

"...Mil años de altura me devoran de palabras. Me quieren mirar y descifrarme pero se despeñan".

El único consuelo es pensar que dentro de 1.000 años seguirán despeñándose de igual modo.
Un beso volado

Triana dijo...

Tal vez Sergio, mañana... mientras, miremos los verdes o los grises, los ocres o los pardos, porqué el sol brilla por encima de todos ellos.
Un abrazo con el color de la espeanza.
** Me das tu permiso para robarte esto?, tu sabes lo que de mis sentimientos actuales hay en tus letras.(La pintura ya me la llevo puesta)

José Antonio Fernández dijo...

Buen poema y una pintura muy interesante, como todas las que he ojeado.
Un saludo.

Alejandro dijo...

Hoy percibo que tu signo es el vuelo. A mi ojo de lector eres como algo germinado en una mente.
Si intento descifrar sin duda me despeño:
sin embargo, en esa transparencia, hoy no he caído y veo azul el territorio.
Materia de los céfiros.

Alejandro

María Eugenia Mendoza dijo...

Querido Sergio:
Este libro caído es tan inquietante y hermoso como la imagen que lo acompaña.
Va un abrazo de alas cerradas.
Ma. Eugenia

Abol dijo...

Volemos de libro en libro, de imagen en imagen, Sergio Acuarelista. Recojamos el libro como si fuera nuestro único amor.

Abrazos
L.

Sergio Astorga dijo...

Gemma, el consuelo veraz de los años es precisamente ese, los libros seguirán con volando en su caídas.

Un abrazo giratorio.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Triana, que brillen que reluzcan que fulguren los días que siempre habrá un noche que inspire. Lo que viene, siempre lo que viene es lo que nos mueve.

Triana por supuesto, que cuando te lo llevas es para mi como salir por la Puerta del Príncipe. Que estamos en abril.

Un abrazo con alamares blancos.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

José Antonio, generoso y paciente, gracias por otear en los Antojos.

Un abrazo hoja por hoja.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Alejandro, vuelo contenido el tuyo. Dónde tus mercedes se resguardan? En qué Atalaya tu ojo contempla los signos de los días?
Peñas arriba puedes mirar mejor el desfiladero, lo sé y, ahora que habitas como el Cóndor las alturas, tu llegada, no tu caída a los Antojos, me entusiasma.
Buenos augurios me deja tu meteórica llegada, trinos y potestades se afanan por dejar azul añil el vecindario.

Elementos sutiles e insondables te resguardan. Tu plan de vuelo así lo coteja.
Materia Alejandrina te respalda.

Abrazo que ronde las alturas.
Sergio Astorga

Alicia dijo...

Sergio procedo a enfrentarme al nacimiento de un libro. Que por el título, es como si cayese del cielo. Lo has representado magistralmente como si el que naciese fuese un hijo. No podías haber elegido mejor. El embarazo, el desgarro de una mujer al parir y la posterior alegría tras ver al retoño, puede valer perfectamente para explicar la gestación de un libro de principio a fin.
Mientras el escritor adorna el libro con letras enlazadas, la madre ve como su vientre se va vistiendo de armonía. Tanto el libro como el hijo, al principio son parte de sus progenitores pero tras ver la luz ya formarán parte del mundo y volaran libres.

Hoy tú, cuál libro, te cierras.

Un abrazo.

Sergio Astorga dijo...

María Eugenia, a vuelo de hoja, con la consistencia del pergamino un libro caído es el inicio de otro vuelo.

Abrazos "librarios"
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Abol, el amor primero es el que se conserva puro, dicen, y el mío tiene forma de libro, en él comencé y en él continuo.

Un abrazo en edición de lujo.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Alicia, a si es un hijo de la buena vida. El trabajo de parto es tan similar dicen, yo solo puedo parir formas y palabras y nunca sabre la experiencia en cuerpo y alma de parir de verdad, pero me conformo con estas imágenes que aluden o eluden el fenómeno.
Que bajen los libros y nos arropen con sus hojas. Como bien lo dices.

Abrazos en edición de bolsillo.
Sergio Astorga