jueves, 6 de mayo de 2010

El elefante y su circunstancia

Cordial y esplendido, sin afanarse tiene sus paquidérmicas razones muy bien apuntaladas. Su paso es sostenible, diríamos ahora, sustentable. Sus tobillos son anchos, se agarran al piso con solidez y un Hércules anónimo lo anima.
Esa mañana soleada, que Kierkegaard envidiaría, sufrió la visita de un pensamiento que se aferro como garrapata sibarita. En suma, no sabia si recurrir a su trompa soliloquio o apelar a sus amigos.

-Te duele la trompa? -preguntó la "lenguante" víbora al verlo ensimismado.
- No, no encuentro el método, ni atisbo la solución de estos malestares corporales.
- Sigues atrapado en la aflicción de tu propia sombra. Es inevitable, nace de ti. No huyas.
- Busca una puerta -intervino el buitre. -Si entras la sombra no pasa. Los umbrales comen sombras, no lo sabias?

Con esa sensación audaz del fracaso, el elefante se encaminó al estanque a mirarse y a intentar recomponer su circunstancia.
Sergio Astorga

tinta china/papel 20 x 30 cm.

16 comentarios:

Alicia Uriarte dijo...

Sergio, no me extraña lo de los malestares corporales ¡Con tanto parasito encima!
Esto me ha recordado una fabula:

Presumía el piojo sobre el elefante:
"No hay quién se atreva a ponérsenos delante".
Y sin que nadie advirtiera su presencia,
miraba de forma altiva a la concurrencia.

Moraleja:

¡Cuántos se apropian del poder
de quienes les llevan sin querer!

Besarkadatxu bat

María Eugenia Mendoza dijo...

Con su majestuosidad y solidez, ni un elefante tan maravilloso es inmune "a la visita de un pensamiento que se aferró como garrapata sibarita".
Qué bueno tener amigos, pero también qué buena es la autonomía para intentar recomponer la circunstancia.
Fascinantes imágenes poéticas.
Va un abrazo recompuesto.

Maribel Romero dijo...

Qué grande es este elefante, él y su circunstancia, aunque sufra la visita de pensamientos que se aferren como garrapatas. Siempre le quedará la trompa.
Precioso.
Abrazo de domingo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Me ha encantado este texto, querido amigo. Esa idea de que los umbrales comen las sombras es maravillosa, no la había oído nunca. Y ese elefante tan entrañable que has dibujado, tan acorde con ese leve pesar o malestar que le acosa... Una de las entradas tuyas que más hondo me llega. Besos, querido amigo.

Alejandro G dijo...

Minificción cordial y esplendida, Kierkegaard la envidiaría, la aflicción de la propia sombra.

"Sin eternidad en nosotros mismos, no podríamos desesperar; pero si pudiera destruir al yo, entonces tampoco habría desesperación."
No queda otra Sergio que mirarse en el estanque e intentar recomponer la propia circunstancia.

siempreconhistorias dijo...

Queridísimo Sergio, en estas letras ya comentadas ya comentadas por grandes amigos, en estas en que reaparece el amado Alejandro con foto y todo, en estas paquidérmicas letras te digo que salgo del mar y me veo elefanta de dolorida trompa.
Me encanta. Mucho, muchísimo y más, y así me quiero reflejada. (No tengo ya correo de gmail ni acceso a mi blog. Les contaré)
Besos audaces.

Silvia Giordano dijo...

Como siempre, me llevo más de lo que traje: el alma llena de placer.
Saludos!!!

Gemma dijo...

"Los umbrales comen sombras".

Espléndido texto.
Un besazo, Sergio

Sergio Astorga dijo...

Alicia, como te habrás dado cuenta llego tarde tardando, causas de trabajo me impedían tener la mente ocupada en las letras y si en las imágenes, un encargo de acuarelas me tenía enfrascado, ahora que ya he terminado las acuarelas y solo me resta un acrílico, puedo tener la calma para comentar lo que amablemente me cuentas, cuentan: contemos.
Hay pensamientos que se afana, en su tortura, sobre todo los existenciales, y si lo mezclamos con la cultura de la culpa tan arraigada en nuestras idiosincrasias, pues quien vive armónico.

En tu lectura aprecio el sesgo de llevar a cuestas habitantes no invitados, que se apoderan de nuestro espacio.
A veces hasta no cambian identidad.

Un abrazo sin malestares.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

María Eugenia, recomponer, reconstruir, reparar, exonerar son verbos que se nos olvidan cuando de modificar nuestra circunstancia se trata.
"Un elefante se columpiaba sobre la tela de una araña" en este caso la sombra que es la proyección quería ser modificada, es decir, otro columpio para otra tela.

Abrazos rezurcidos.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Maribel, cierto, le queda la trompa o las trompadas, propias y ajenas que le tocarán en suerte cada vez que intente modificar su circunstancia.

Abrazo de lunes, martes, miércoles y jueves.
Salí ganando.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Isabel, los umbrales siempre me han inquietado como espacio físico y metafísico, así como la duermevela: estado anímico y ontológico.
El dibujo es un de los que nació y creció casi sin darme cuenta de lo que podía decir. Originalmente este dibujo (y otros 15) iban a ilustrar una libro de poemas de un amigo poeta que al final ya no supe si se hizo o no. Así que ahora se me ocurrió este texto que calza bien con el dibujo.
Una satisfacción inefable poder estar entre tus romanas sensaciones.

Abrazos en el limen.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Alejandro, "temor y temblor" y un "concepto de angustia" siempre que comento lo que comentas, como si un desdoblamiento de la conciencia permitiera enarbolar la trascendencia en mis limitaciones.

Para desilusionar al amigo Kierkegaard, diríamos como aquel bolero, que no boleró, cantado por Javier Solís: "sombras nada mas".

Sin lamentaciones, Alejando, busquemos el estanque de aguas cristalinas que este esta muy turbio e intentemos rehacer la circunstancia que nos explica.

Un abrazo finito en espacio, inmortal en intención.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Izaskun Izaskun, que ya tendremos SiempreconHistorias II, entre tantos códigos, cifras, preguntas clave, secretos numéricos es difícil que podamos no confundir nuestro día de nacimiento con el día de la liberación.
Es de celebrar la aparición en fotografía a color de Alejandro, de cuyo batallar nos enteramos poco, tal vez su estanque le mantiene ocupado.
Buen reflejo te halle.

De Elefantina, bañado en el Nilo te dejo mi abrazo.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Silvia Beatriz, de tu Buenos Aires querido, me llega siempre una milonga.
Yo quisiera ser un piantao y me alegra que te lleves el placer del antojo.

Un abrazo albiceleste.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Gemma, y los microrelatos comen retóricas.

Tus ánimos modifican el agua de mi estanque. Gracias.

Un abrazo con la plenitud de sus seis letras o caracteres tipográficos.
Sergio Astorga