viernes, 20 de julio de 2012

Lindes




Con dos perfumes desiguales,
abandoné la flor en  tu contorno.

Mordí la espera como frágil vientre
y una tibieza flotó de entre mis manos.

¿Cuánto tacto se perdió en tu fuente?

Hoy me tenso como fruto abierto,
y un color de piel se vuelve brasa.

Sergio Astorga

Tinta/papel20 x 30 cm.


6 comentarios:

Myriam B. Mahiques dijo...

Qué gran imaginación! Un dibujo tan sencillo y complejo a la vez, tanto dices en él! Sergio, que tengas un hermoso fin de semana :)

Alicia Uriarte dijo...

Sergio, bello dibujo el del colibrí poseyendo esa primera flor-al parecer les encanta las de color rojo o naranja brillante-. Asimismo, se observa los pequeños insectos de la segunda flor tubular y colgante-son las que prefieren-con los que completará su dieta.

El colibrí es un ave muy especial. Ello se debe a ser uno de los pájaros más pequeños del mundo, a que pueda volar hacia atrás, a que se sostenga en un punto exacto del espacio por la rápida vibración de sus alas y, sobre todo, porque su plumaje pueda presentar perfectamente combinados todos los colores del arco iris en los matices más intensos que se puedan imaginar…

A pesar de habernos ofrecido un dibujo en blanco y negro, no he podido evitar añadir el color. El sentimiento ya lo habías puesto tú con el poema.

Un abrazo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Brasas ardientes son tus palabras. Un abrazo, querido amigo.

Sergio Astorga dijo...

Myriam, disculpa la tardanza, estoy en Lisboa caminando y caminando. Un dibujo de la serie “sencillas son las líneas y apasionados son los textos”. Una serie que inicio sin prisas y libérrimo.
Gracias, un a brazo desde el Chiado.

Sergio Astorga dijo...

Alicia, mencionas al colibrí que tiene referencias múltiples al amor dado, mal dado o perdido.
Bordas tus sensaciones lo que me parece estupendo.
Abrazos lusos.

Sergio Astorga dijo...

Isabel, ardientes palabras como ardientes se encuentran estas siete colinas lisboetas.

Desde el Tajo recibe un abrazo.