miércoles, 24 de octubre de 2012

El hinchado



Cuando regresó del psicólogo tenia girando dentro de su cabeza dos posibles dictámenes. 
El engrandecimiento de su autoestima hasta el grado de la adulación fue el primero. La acumulación de convicciones fallidas hasta el grado de la glotonería fue el segundo.

Durante tres semanas la vacilación se aglomeró, hasta que bonete en cabeza, decidió elevarse para la fascinación de los lectores.

Sergio Astorga
Tinta/papel 

5 comentarios:

Alicia Uriarte dijo...

Quisiera pensar que uno puede estar hinchado de satisfacción personal. Creo que, casi sin percibirse, es la que consigue subirle a uno muy arriba en el ánimo.

Un abrazo.

Myriam B. Mahiques dijo...

He de alabarte amigo para que te infles como tu personaje, sos un gran creativo! He pasado también por tu último post, es un placer leerte y ver las imágenes. Sergio, estaré unos días sin Internet, ya volveré a vistarte. Un abrazo ¨iluminado¨

Sergio Astorga dijo...

Manuel, gracias por la visita.

Abrazos.

Sergio Astorga dijo...

Alicia, creo que la hinchazón y la comezón son dos estados que provocan cambios: de hábitos, de domicilio, de doctor, de mascota, de símbolos, de creencias. La elevación podemos entenderla como un estado privilegiado de ánimo. Lo contrario sería el descenso al subsuelo.

Abrazos satisfechos.

Sergio Astorga dijo...

Myriam, insuflamos, llenamos, rellenamos, alborotamos, repletamos, atiborramos con tal de seguir activos con la imaginación en la llema de los dedos y las endorfinas desparramándose por el hipotálamo.

Aquí te esperamos cuando te vuelvas a conectar. Siempre es un gusto tenerte en este espacio.

Abrazos inflamados