jueves, 14 de enero de 2010

Música Flamenca

Enredo acordado de las cuerdas.
Golpe al tacón del corazón.
Se pulsa la danza
sobre una guitarra morena.
Noche de ciruelos ojos
regrésame la castañuela,
que con las palmas no puedo
robarle a la luna un beso
ni gritarle al corazón.

Sergio Astorga

Acuarela/papel 20 x 30 cm.

sábado, 9 de enero de 2010

Había una vez...


Había una vez un barco chiquito que se hizo grande y se hundió.

Sergio Astorga
Acrílico/tela 60 x 80 cm.

martes, 5 de enero de 2010

Los Reyes Magos

Cuando llegaron se perturbaron los sueños y un olor de animal se respiraba como un solo cuerpo. De sus arcas ni oro, ni mirra, ni incienso, solo aquel recuerdo pajizo, que hubo en algún día en aquel tiempo.
Algunos niños de mi calle se aferran a su existencia y miran al cielo y lo confirman, otros, se rascan la nariz para desterrar ese acre olor animal.
Desde entonces, aquí, en mi ciudad,la mitad de las personas en enero tienen el ceño del sueño ofuscado.
Sergio Astorga

Tinta/papel 22.9 x 30.5 cm.

jueves, 31 de diciembre de 2009

FELIZ AÑO


Para todos mis antojadizos lectores y veedores, les deseo que el próximo año llegue con la barriga llena, cada uno sabrá el contenido a pretender.

Gracias por su tiempo que ha quedado detenido en este espacio y les convido para que su nuevo tiempo lo compartan conmigo.

Mi brindis por ustedes.
Sergio Astorga

Plumín/papel 16 x 20 cm.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Ofrenda a la Dueña del Abarrote

Para: Helena Braga

Cuantos quantos al instante
se derriten en su forma.
Incansables diagonales perfilan
ligaciones entre el bismuto, el cromo,
y antiguos bebedizos innombrables.

¿Que nueva alquimia se acelera
entre mundos nanos inmaduros?
¿Que incertidumbre divaga entre tiempos?

Muy dentro,
pero muy dentro de la partícula,
la piel de los períodos nadan
adyacentes tangenciales mudos,
y un color de heliotropo tiñe
las sabanas restantes de bromuro.

La atracción voraz de los imanes,
el culmen de voz catalizada,
y el perfume aun vivo de la rosa,
abren el día día del abarrote,
como fugaz principio de la alianza.

Sergio Astorga
Plumín/papel 20 x 30 cm.


Mi estimable clientela, con esta Ofrenda a la Dueña del Abarrote, damos por terminado el ciclo que, mirando el calendario, nos llevó mes y días.
Gracias a todos por permíteme bucear sin escafandra en sus mares íntimos virtuales.
Ofrezco disculpas a todos los visitantes que pudieran estar resentidos con este abarrotero por no ofrendar sus respectivos espacios, soy mañoso lo saben, y todos los ofrendados los conozco -virtualmente- algunos hace un año y otros, recientes, son mi lectura casi cotidiana y así, a este abarrotero le es mas fácil tirarse a la aventura y al desatino. Prometo, que como nos enseña Borges es lo única inmortalidad que nos asiste, el próximo año comenzar por septiembre para ofrendar a la mayoría de blogueros.

Gracias a todos.
Queda mi abrazo como ofrenda.

lunes, 14 de diciembre de 2009

YO Y TUBE



Mi querida y estimable clientela, este Abarrote hace una pausa, bien llamado paréntesis en su espíritu "ofrendoso" -todavía me falta la ofrenda a la dueña del establecimiento y como dice Nat King Cole será la mas difícil por Sentimental Reasons- para mostrarles el trabajo de video clip que hizo Daniel Cana sobre los Antojos, si alguno de ustedes esta interesado les dejo sus datos aqui son sus video para que comprueben la calidad de la melcocha.
Sergio Astorga

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ofrenda para Fuego con Nieve

Para Antonio Rivero Taravillo

Fértil entre verdes el pájaro descansa,
picotea sus hazañas milenarias.

Será el manantial del cielo lo que oímos?

El jinete baja por la montaña,
ordena sus viandas y canta.

Será la espada la que hiere?

Atónita y joven al alba, la voz del océano
ensilla al caballo brioso, resuelto.

Será la mano la que sujeta el adiós?

Tres toros bajan pastueños, dejan el oeste,
buscan al río con sus lenguas rosas.

Será la arcilla del cántaro arte mayor?

El destello seguirá su ventura
al fundir el fuego con la nieve.

Sergio Astorga
Plumín/papel 20x 30 cm.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Ofrenda para El oscuro borde de la luz

Para Juan Yanes

Y las sombras huyeron otra vez,
se refugiaron en la cámara oscura.
En esa cámara duermen, comen, se asustan.
Los nombres se vacían de cosas
y los perfiles se ahogan en su herida negra.

Los grises intactos, se agolpan en las esquinas,
las claridades trascienden su reflejo
y el parpadeo es movimiento, centelleo.

El instante exhala, elusivo, reposa tras el muro.
Las voces son de vidrio,
transitan los cuerpos ciegos sin imágenes.

De repente la llama de luz estalla,
se queda en el margen, se presiente,
desborda los blancos entre grises,
así como si fuera memoria de forma
que tuvimos en otras realidades.

Detenida, invisible, como himno silencioso,
la solitaria certeza se devora los destinos;
en el ombligo del mundo, en su confines,
también habita el oscuro borde de la luz.

Sergio Astorga
Tinta papel 21 x 25 cm.

Ofrenda para Los papeles de Claudia

Para Marisa de la Peña

Desde la pagina de blanco
entre silabas nocturnas,
los castaños crecen.

No volverán, por abandono,
las noches frías de mi casa.
No llegarán, por desgana,
esos aires pesados de escorpiones.

Desde la pagina de blanco
entre las bocas quemadas,
la espalda del río salta.

Que vuelvan, como la sed,
la caricia encontrada entre la almohada.
Que lleguen con avidez,
los labios caníbales de azúcar.

Desde la pagina de blanco
entre avispas delirantes,
tu abrazo perdido, inacabado.

Sergio Astorga
Plumín/papel 20 x 30 cm.

Ofrenda para wE cReaTe ThE tiME

Para Gárgola

Peñasco al día llenando la mirada.

Crece el corazón encima de los ojos.
Gotea el vértigo latidos de ecos.
La roca es dura, ríspida, anónima.
Lejanía es altura dando pasos al aire.

Los sonidos desiguales en sordera,
el allá es aquí desenfrenado
y un tiempo disecado absorto.

Traslucido el fondo enfrenta al cielo
y se dispersan las leyes del vacío.
Demoran otros mundos a la espalda,
así es el laberinto que gravita.

La luz aprende y pende conmovida.

Sergio Astorga
Plumín /papel 29 x 30 cm.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Ofrenda para Apostillas Literarias

Para Magda Díaz Morales

Sencillas,
se siguen unas a otras:
de barro, de madera
de cristal, de lengua.
Vienen cocidas,
crudas, tiernas,
con luz o enfurecidas.
Ellas todas suenan,
se secan en verso
o se amarran narrativas
las agujetas de las botas.
Construyen tiempo,
unen cuerpos y separan
el cielo de la tierra.
Otras
vienen con la frente rota,
con los brazos repletos de alfileres.
A veces
suspiran y son de mala leche.
Algunas
agonizan disputando huecas.
No se dejan,
son firmes como el árbol
y queman y arden:
su ceniza es negra.
Luego
vinieron los libros
y en papel quedaron.
Así de sencillo
el ojo descubrió al rayo.

Sergio Astorga
Tinta/plumín 20 x 30 cm.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Un año mas unidos: no al abuso


*Gracias Triana por recordarme y usar tu imagen

Ofrenda para Escritura Aleatoria

Para Miriam Jarade

Antes y después: los titubeos.

Intuiciones por venir que crecen
bien peinadas. Las tunas coquetas
muestran las posibles salidas.
Basta un poco de cielo de aguardiente
a las once meridiano, para que surja
el mismo tedio de pensar
en la orfandad enamorada.

A veces duele el corazón de tanto pensamiento
y de tanto dolor el muro de besos se levanta.

El gallo canta distinto,
no es el canto aldeano.
Es el canto filosófico;
clara y yema forman
otro caldo primigenio.

A fuerza de rodar por caminos azarosos,
las dudas se suben a los hombros
y no se bajan de tanta pesadumbre.

Pero también hay un pan que crepita
y tiene costra dura,
y un espacio curvo,
y una serpiente emplumada de quetzal
y un éxodo que encuentra sus palabras.

Antes y después: los titubeos.

En los bosques de Paris o en la Alameda
de México la vida se llena la barriga.
Basta un aire metafísico
y un soplo existencial,
para que al jardín aleatorio
le nazca la escritura.

Sergio Astorga
tinta /plumín 10 x 30 cm.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ofenda para Blanca Miosi y su Mundo

Para Blanca Miosi

En algún árbol se encuentra la tibieza,
las flores rompen sus capullos
y el estanque, agua día, gotea.

Nada vuelve y permanece.

Los rostros se vacían en el gesto
y la nube de palabras crece y cae
como de lluvia en ausencia.

Viracocha se incendia sin quemarse.

La piedra imagina su erosión
a la sombra del puente
y el mundo es una blanca mirada.

Se desvanece el olor colgante.

La casa respira al viento,
la semilla madura al sol
y el verde mese con tacto la hoja.

La perpetuidad en la montaña duerme.

Sergio Astorga
tinta/plumín 20 x 30 cm.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Ofrenda para Caricias Perplejas

Para Olga Bernad

Como la pluma que gira sin aire
así cuelga la caricia.
Anegada en la mano
arranca besos de cobre
y de su perfume azabache
el mundo respira perplejo.

Cuanta cabellera oscura
como arpa nocturna
y cuanta fuente de jade
se apoya entre palabras.

Los cuerpos blancos desnudos
suenan sus mundos duermen.
Sus ramas engendran
manantial de mujer,
disipando su tedio con su fiebre.
Fruto que comienza en semilla
y acaba confundido en cáscara.

El antifaz del aire es de polvo
y en el portal del miedo
el vidrio molido del rechazo
se obstina entre las sabanas.
Así de riguroso es el desastre,
nieve que aprende a derretirse.

Con la azúcar morena como tarde,
las horas caníbales
dejan un sabor de luz visible,
un peso embelesado de nostalgia
y una caricia perpleja por piel.

Sergio Astorga
Tinta/plumín 15 X 30 cm.

Ofrenda para Mujeres de Roma

Para Isabel Barceló

Es de Roma y es también del mundo
y de las barcas que navegan a la aurora.
Con el sol, entre las ruinas gloriosas,
los refectorios y las termas se juntan.
El presagio desatado

y el rostro virginal del reino.
Ya era conocida la cópula del templo
donde se levanta la columna y la sosobra.

Anudada al rió Tiber la voz se mueve entre siglos.
Entre colinas la voz de Rómulo imperiosa
suena entre claros de luz al rapto de las Sabinas.
Y es la vigilia del disturbio.

La fundación de los muros, del amor y la venganza
huele a loba preñada de futuro.
Eneas desata las manos del mar
como alfarero de estirpe feraz,
y controla la briosa anca del caballo.

Ya se mira Cartago fulgente
y las lágrimas de Dido y sus vestidos
se despeñan hasta la arena en nupcias.
El laurel y los pechos ufanos
turgentes siguen por las plazas.
Se colma incomparable el rubor
fructífero de las mujeres de Roma.

¡Cantemos lectores oscuros
los blancos brazos de la roca!

Sergio Astorga
Tinta/plumín 20 x 30 cm.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Ofrenda para El baile de los Silenos

Para Antonio Serrano Cueto.

Delirios púrpuras del sabio
que estalla en la embriaguez de los destinos.
Ahí donde los aceites de la fortuna viven
comenzaron la vid y los racimos.
El pánico desfalleció,
y los ojos de arcilla de los dioses
levantaron la simiente de los signos.
En vano la cólera confunde los lustrales
pensamientos de los sobrios.
Entre los ojos las bocas se juntan
en torno de repletas copas.
Ahí se incuba el furor,
y la nodriza se prodiga en la vendimia.
Los vaivenes del paso confunden
el súbito atardecer de la locura.
Vacilan los caireles del silencio torvo
y las imploraciones nocturnas ensartan
los amuletos y ese gemelo lunar
de los que divagan ebrios.
De leves pies como el rumor,
la lengua frenética se sacia
en las manos alzadas,
y un rumor de himnos como de mar
ensanchan las velas del jubilo.
Ululantes las pezuñas machacan filos
y en el tonante dolor de abecedario,
pisotean la sangría de los misterios.
Entre la lumbre de los nombres,
en el baile de los silenos,
la vid se rinde minuciosa
al lecho mismo de su sombra.

Sergio Astorga
Tinta y plumín 20 X 30 cm.