jueves, 8 de octubre de 2009

Soneto


No es la afrenta de un silencio discreto
lo que apena, ni olvidar sobre la arena
la soberbia: sonora piel serena
de una ola que gime su secreto

y nos deja sin voz, sin esqueleto.
Es mirar, mirar la errata: terrena
paz inconsolable, luz que encadena
y nos deja morir en un soneto.

Ya el oído nos zumba mal herido,
y unas manos lectoras dan cordura
al tiempo con el tiempo ya perdido.

Ya en la playa la piedra se madura
y en la orilla del cielo se ha prendido
la palabra de arena a tu cintura.
Sergio Astorga

Tinta china /papel 20 x 30 cm

24 comentarios:

Helena dijo...

Que belo e profundo soneto, Sergio.
Sim, e' a soberba de nao querer saber, de nao querer escutar ou sentir, de nao querer respeitar que magoa.
Espero que o zumbido nos nossos ouvidos nao cause mais desiquilibrio.
O futuro reside na palavra 'a cintura.

Que todas as dores, segredos e insubmissoes resultem, pelo menos, em sonetos como este e' o que desejo, hoje, dia em que uma mulher-Muller recebe o Nobel por contar algo que ainda esta muito em segredo: o que se passou depois da Segunda Guerra Mundial...

Transcrevo uma frase escolhida pelo El Pais de um dos seus livros:
"No soportamos a los demás ni nos soportamos a nosotros mismos y los otros tampoco nos soportan"

Ha momentos assim...

Beijos em horizontes de areia com infinidade de mar.
Helena

Sergio Astorga dijo...

Helena, confieso, y la confesión es uno de los antojos mas comprometedores y sensatos, este soneto como todos los catorce versos que lo componen son un misterio por las múltiples lecturas que el lector puede encaminar o descubrir. Así de entrada te digo que la motivación inicial era abordar la errata literaria, todo soneto en si es una propuesta (sonora o semántica) que se resuelve en los tercetos.

Tus manos lectoras le dan otra cordura, otro sentido que no solo acepto, sino que por estas coincidencias flotantes, nunca tácitas, me abren un comentario que tiene que ver con la represión y los actos de libertad.
Cuando la soberbia encubre las erratas, entramos a un círculo de profanaciones y terror. No respetar la libertad de ejercer tus propias decisiones, aniquila cualquier posibilidad de entendimiento y de convivencia. Nunca, como sabes y la palabra contradice a Heisenberg, he aceptado el machismo atorrante y mucho menos el señalamiento de que el ser femenino (me gusta el ser) tiene que estar confinado a su cuerpo y dedicada a labores “propias”, me repugnan esos seres (muchos) que llevan como emblema de hombría y de buenas costumbres estas hipócritas verdades de familia.
Esta errata que al escritor le rezumba en los oídos y no lo deja estar sereno, bajo la luz de tu comentario se puede extender a estos actos que mancillan la dignidad humana y que por la soberbia ni siquiera notan el retumbar de las olas.

He leído muy poco de Herta Muller, me ha gustado y sobre todo la actitud de no dejarse apabullar por el poder.

Que la palabra siga enredada en la cintura.

Un abrazo endecasílabo.
Sergio Astorga

Gemma dijo...

Bellísimo, Sergio. Duerme su música el oído. Un beso

Lola Mariné dijo...

Precioso soneto, con la indispensable compañia de una acuarela preciosa.
Un saludo sin erratas.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Se me llenó de tristeza arenosa el oído y no puedo ahora, Sergio, sino aceptar la errata gimiente que se empecina en robarme la palabra.
Las olas que gimen su secreto, le dan el movimiento que necesito a tu precioso, doliente Soneto.
Un abrazo lector.

Triana dijo...

Hermosísimo soneto por encima de todo, huele a dolor y me deja un regusto triste, pero las olas lavaran, fijo, el alma y lo que hace daño y el viento se llevará lejos lo feo.

Me encnatan tus dibujos en tinta china tanto como tus colores.
Un abrazo renovador

Maribel Romero dijo...

Coincido con las chicas: precioso y difícil soneto. ¿La motivación inicial era abordar la errata literaria? Pues más que abordar has bordado estos catorce versos.

Al igual que a Triana, me encantan tus dibujos en tinta china.

Un abrazo literario.

Abol dijo...

Qué hermoso, Sergio. Es tan complejo escribir sonetos.Bravo.

Un abrazo.
Mira este:
http://lilielphick.blogspot.com/2008/06/ay-qu-veo.html

Gárgola dijo...

Que gusto volver a leerte y disfrutar con tus lienzos.
Un poema armónico, musical, encantador.

Poco a poco me iré poniendo al día, después de unos maravillosos días que me han llenado el alma, la retina y el corazón, vuelvo llena de energía y tranquilidad.
Gracias por pasar por dónde creamos el tiempo y dejar tu siempre cariñosa huella.

besos


besos

Alicia dijo...

Permiteme decirte Sergio que no has errado con este soneto, sin embargo agradezco la explicación que le has dado a Helena. Me gusta imaginar lo que ha querido hacer el artista, pero en última instancia siempre agradezco saber si ha habido sintonía entre lo que he entendido y lo que ha querido decir. Esta vez necesitaba la explicación.
Un abrazo sin error ninguno

Sergio Astorga dijo...

Gema, hay un tremor y temblores de silencio roto y de memorias olvidadas que adivinaran a donde. Los anchos ojos de piedra nacen cantando.

Un abrazo de arena apurando coros.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Lola Marié, respiración y de pronto nace el rayo para que la nuca de la ola crezca en cuerpo de mujer.

Un abrazo sin edición.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Izaskun, el furor no llega por la oreja y alguien alarga el brazo y nos entierra el cuchillo, ese cuchillo de arena. Donde se escriben los nombres y la embriaguez mortal de las fiestas andadas.
Mordamos los secretos y que manen de los cerebros adivinos los cantos marineros, esos que no pueden darle sombra al mar. Las horas inútiles son habitadas por el trabajo de la araña y otros que cantan al aire, obtienen el consuelo de la madre láctea que vive donde su juntan ola y sal.

Un abrazo que rechine de voz.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Triana, el vientre de la línea es estrecho, blanco y callado. Es un engendro que se filtra por el aire y una onda de agua se hace verso y es del oído la verdad y la interrogante voz náutica.
Náufragos el uno y el otro, verso y dibujo buscan un oficio menos evanescente.
Hay un desconocido debajo de los corales que a mordiscos se come las algas y de su locura de agua se lleva los conjuros que llegan de levante.
Un abrazo reanimado.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Maribel, nunca chicas me llenaron de tantas ráfagas de plata, las estrellas conspiran y al tacto del rayo las palabras parecen destino y el aceite que arde desde los Helenos no basta para cantar el goteo diminuto del mar que me emborracha los sentidos.
De los siete días de la semana la arcilla de las horas levantaran humano deseo sin cólera de gloria, ni ciega nodriza esparcirá quimereas.
De tinta es la sangre de sus cuerpos y el silencio del papel nos relata la visión de otros nombres.

Un abrazo literal.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Lilian, cuanta nariz para el festín del verso. Las torres gigantes machacan los brotes de apéndices de dudoso linaje, para que romanos perfiles rueden como monedas por el calle. Cuanto terror al estornudo y su tronante aspersión en mala hora. Es nariz que se sale de su sombra y su templo guarda la mucosidad superlativa.

Me cuadra por contraste ese apéndice cantado, que yo chato, me quedo con el pañuelo en el saquillo.

Un abrazo acatarrado.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Gárgola, has llegado al fin con la flor de loto o de lis, o con los dragones encendidos o los pajarillos de pecho colorado y pluma fina.
Huella de leves pies, esa horda cordial del tiempo me tiene aquí preso, asustado de mi, pero cantando en verso ajeno y propio.

Bienvenida Gárgola, por venir a encender la lámpara.

Un abrazo de llegada fugitiva.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Alicia, de pronto la lluvia en mi plato y no sé qué decir, la tierra roja sigue detenida en la cañada y una lumbre calienta el café en la olla y en el comal una quesadilla me espera.
Hay palabras que llegan en orden y otras despeinadas se empujan descaradas.
No sé qué decirte, el humo del café invade la cocina y la errata literaria nacerá de nuevo inevitable.

Un abrazo certero.
Sergio Astorga

Anónimo dijo...

Sergio... es maravilloso ver lo que haces con mis colores favoritos... y que decir de lo que provocas con tus letras, son para leerse despacio, en camara lenta y aplicarla cual vacuna en la memoria.


Dime, como no extranar estos lugares?. en ocasiones vengo en silencio, y otras heme aqui haciendo ruido.

UN ABRAZO TAN GRANDE COMO DE COSTUMBRE.

Alicia dijo...

Sergio hasta cuándo no sabes que decir, lo dices muy bonito. Has conseguido que me llegue el aroma del café.
Esta vez me llevo la palabra comal: "Disco que se utiliza para cocer tortitas de maíz rellena de queso u otros ingredientes, si se trata de queso se llama quesadilla"
Sergio contigo estoy haciendo un curso de idiomas on-line y además con un profesor de lujo. Fíjate que pongo tanta ilusión en los comentarios que nos dejas cómo en la entrada que los origina.
Muchas gracias por la lección de hoy.
Besarkadatxu bat

Isabel Barceló Chico dijo...

¡Qué bello soneto, amigo mío! Y el dibujo es, sencillamente, maravilloso. Sabes combinar muy bien ambas cosas, arte plástico y literario, con gran maestría. Besos.

Sergio Astorga dijo...

Caro, tarde llego a saludarte, pero el entusiasmo de encontrarte por aquí no es poco.
Los colores y las palabras son nuestras posesiones más gratas y son las causantes de nuestra visión y estadía en un espacio vital. Coincidir en gustos es tan cautivante y difícil como coincidir en tiempo y espacio. La red permite esta oralidad y una reacción inmediata y sólo me esfuerzo en que cuando llegues exista algo que te motive o te confronte y así se pueda cerrar el círculo del antojo.

Espero que tus universos resuenen a tu antojo.

Un abrazo para seguir coloreando.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Alicia, gracias por tu comentario.
Sólo trato de compartir lo que tengo, soy el producto de mis lecturas como le había mencionado a Maribel en la entrevista para Visión Femenina.
Hace tiempo deje la academia. Pensé que sería el ejercicio del magisterio mi camino, pero no fue así. Hoy sería difícil, puesto que ya soy egoísta y cínico, estoy demasiado metido en mis propios antojos y no me permite tener el equilibrio necesario para perseguir objetivos pedagógicos. Por tanto me llena de júbilo el que te puedas llevar algo más que sensaciones. Debo de aclarar que para mí la sensación es una forma de conocimiento que tiene la misma importancia que la intelectual. Aquí tendríamos que pensar en elaborar una teoría del Campo Unificado.
Responder los comentarios es para mí tan importante como las entradas y a veces me angustio más que cuando escribo o dibujo. Comentar es como utilizar otra herramienta que intenta escudriñas un acto creativo y reaccionar en sus resultados que están contenidos en sus amables visitas.

La lección es mutua. Gracias.

Besarkadatxu bat
Sergio Astorga

*He leído el significado que le das a esta despedida y me encanta que tengan un aliento de mi admirado Chillida. Permíteme usarla para ti.

Sergio Astorga dijo...

Isabel ¡mira nomás!, acabo de contestar al comentario de Alicia y lo encabalgo con el tuyo.
La necesidad, no sólo es antojo, de fundir palabra y dibujo es, me atrevo a decir, ontológico. Lo que puedo decir con el dibujo no lo puedo decir con la palabra.
Tu comentario me entusiasma, el que afirmes que el uno y el otro están al mismo nivel, desborda mi cinismo y seguiré intentando esta amalgama y evitar así fundirme, como quería López Velarde, “en una íntima tristeza reaccionaria”.

Un abrazo ensanchado.
Sergio Astorga