
ABRAZADABRA
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Aunque lo importante de los libros está dentro, no se puede desdeñar una
imagen sugerente que atraiga al lector. Dicho esto, quiero co...
Hace 1 día.
Desgajando musgo, el tlaconete deja su baba amarillenta en un lugar inalcanzable para el niño que desespera al ver que la torpeza de la fuga es más ágil que su ingenio de emboscada.
La hora no marca,
Para todos los amables y antojadizos amigos lectores y veedores, les deseo que la piñata de la noche buena les deje frutas mentales; cacahuates anímicos; naranjas amorosas, cañas valentonas; caramelos bicolores; guayabas alentadoras y, un gran abrazo de este charro por su compañía y comentarios. 
Señora Angustias tengo el atrevimiento de enviarle esta carta para explicarle, no sin vergüenza, la equivocación imperdonable que cometí al confundir su impermeable con el mío. Usted habrá notado que son del mismo color y aunque el de usted es mas grande, quiero decir, mas amplio; en mejor estado, no me malinterprete, estoy un poco nervioso, sabe, tuve una semana complicada, mi esposa, bueno mi futura esposa está con problemas de alumbramientos, quiero decir, no está grávida, no, ella es electricista, creo que es la única mujer electricista que trabaja de manera independiente y esta realizando una instalación en una fabrica de juguetes, ¿usted la debe conocer? es la que tiene el osito vestido de bombero, me refiero a la fabrica, es verdad que mi mujer es un osito, una osita, no por el tamaño por supuesto, lo digo por lo tierna y mi mujer, como ya le dije no es bombera, es electricista. Sí, fue una semana difícil y por si quedarse a oscuras no fuera poco, a mí están a punto de cancelarme la cuenta bancaria y yo quedaría literalmente en un túnel que ni mi eléctrica compañera podría solucionar. En este estado de descomposición funcional me encontraba cuando tomé por error su impermeable. Lo tomé así, al impermeable, como quien entra a su casa sin pensar en el color de la puerta, fue un acto instintivo, reconozco, a veces el instinto confunde lo que tiene enfrente de las narices sólo por hábito; recuerdo que a mi hermano Wilfredo le pasó con su “juliana”, no piense mal, no hablo de su mujer, mi hermano, tan estricto, nunca iría a confundir a su esposa, la juliana es una sopa que él gustaba mucho ¿la conoce? Es una sopa que lleva verduras, papa, zanahorias, guisantes y creo que cebolla y ajo. Un día Fredo, a él le enfurecía que lo llamara así, decía que era nombre de perro con bastardía comprobada, como mi hermano ya murió y a los muertos se les puede hablar como uno quiera, que para eso se murieron, pues le cuento que Fredo un día se comió una sopa de frijoles pensando que era de verduras. Sí señora, ¿una sopa de frijoles confundirla con una de verduras? Así como le digo. Era tanta su ofuscación, la idea preconcebida, que no reconoció al comer la sopa, la diferencia entre la zanahoria y el fríjol. Justamente a mi me pasó lo mismo. Ese día llovía, como es evidente, sino para que el impermeable, cierto es, que muchas personas usan el impermeable como abrigo, para romper el viento o sentirse investigador de algo, usted puede usar a voluntad lo que se pone, que para eso es libre o ¿no?... Pero, ese día era irrebatible: llovía y en abundancia. Al salir de la conferencia, que si me permite comentarle, me fascinó, la manera de tratar el tema, y es un tema difícil “Los hábitos sexuales de los coleópteros” da para muchas suspicacias, ¿no cree?, yo no soy biólogo, ni ecologista, yo estaba esperando un taxi y como comenzó a llover, entré al edificio, y en esas estaba cuando al mirar a mi izquierda leí en un pizarrón azul “los hábitos sexuales… no alcanzaba a distinguir las otras letras, me tapaba una señora que hablaba por teléfono, si he leído que la conferencia trataba de los hábitos de los coleópteros, tal vez regreso a la lluvia. ¿A usted le interesan los hábitos voladores? Si me permite decirlo así, supongo que usted es una especialista, o tal ves sea esposa o novia o amante del conferencista, no tiene nada de malo, no estoy levantando falsos, es solamente un supuesto, usted sabe lo que es, a mi solo me toca suponer, no importa, lo que le quiero decir es que cuando escuche la frase: “…los detalles provocan mas placer que la conclusión misma”. Sentí que las puertas de la gloria se abrían. Sentí que mi vida estaba contenida en esas palabras, por eso no me percate y tomé su impermeable en lugar del mío. En mi defensa debo decirle que usted no estaba en su lugar, la silla estaba vacía, tal vez se sintió indispuesta o fue al baño, a veces no importa dar explicaciones a los hechos, los hechos son, si los coleópteros vuelan no importa saber porque no reptan, lo que quiero decirle en concreto es que en el estado de éxtasis que me provocaron esas palabras me levante de mi silla y vi un impermeable del mismo color y lo tomé. Por supuesto que no me fijé en que no era mi silla y por tanto no era mi impermeable. Al salir a la calle sentí el impermeable un poco holgado, no se ofenda, yo soy magro como un fideo, no piense que estoy haciendo referencia a algo en particular. Al llegar a casa, vivo en la avenida de los Arcos, no existe ningún arco, todo es recto y gris, así es la realidad inconclusa y contradictoria, que pudo contarle que usted no imagine mejor. Yo vivo en el numero ocho, es una casa pequeña de color verde.
Quedará en la mar acurrucada,
Si me ves te miro;
Cuando yo no esté porque regreso
Por la noche