lunes, 16 de febrero de 2015

El yemoso


Salido del huevo original. Sin prejuicios por las teorías inhóspitas que tratan de su origen, él se sabe provinciano, cantado por poetas menores y representado por dibujantes sin escuela pero con oficio. La inmovilidad es su grandeza. Sometido al sol, envuelto por miles de asechanzas, emerge parsimonioso envuelto en sí mismo. Todo aquel que ha visto libros ilustrados sabe que el Cóndor lo envidia; el Basilisco lo maldice y el jilguero lo arremeda. Algunos hombres han ensayado su captura y él, astuto como Aquiles, se disfraza de ave de corral para confundir la maledicencia de los humanos. Su idioma esta hecho de silbidos, es testigo de la primera flauta y reconoce el lugar donde hubo fuego. En él se reúnen el aire, el vuelo y el combate. Su cuerpo es la yema y la luz, su clara.

Mixta/papel

2 comentarios:

Myriam B. Mahiques dijo...

Sergio, estoy absolutamente fascinada con este post, tengo este recuerdo incluso de la película Alien, la No 1 cuando el monstruo anida en el vientre del hombre. Claro que tu Alien se ve más lindo :) Dicho sea de paso, hoy he aprendido que acecho se escribe con S o con C indistintamente. Gracias por compartir tu gestación.

Sergio Astorga dijo...

Myriam, un gusto que recuerdes imágenes de tu propia ludoteca.
Las imágenes seimpre nos asalatan, vamos nos acechan y de repente se nos presentan.
Un gusto saludarte desde el Center Field.
Abrazos desde otro puente.