La llevó en su lomo, domando el cuerpo, ella, apretando sus piernas no pronunció palabra. Alguien husmea el rapto y se le exprime el corazón. Los siguió, y cuando el toro intentó mordisquear la oreja de Artemisa, una lanza cruzó su oreja. Las colinas se tiñeron de violeta y los pastores cuentan historias distintas, esta es una de ellas.
DEDICATÒRIA HUMANA
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Contentes les estanteries de La Microbiblioteca d'albergar l'exemplar
dedicat del llibre de microrelats d'Ángel Saiz Mora. Escriptor i amant del
gè...
Hace 11 minutos.
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