viernes, 21 de octubre de 2011

Clarita y su día

Para sorpresa de todos, su aguante pastueño viró hacia la obscenidad. Opinión de toda la manada que irritada, bufaba por el establo. Era tal el bufar que se acercaron otras animalidades vecinas.
- ¿Qué pasa? Preguntaba el vecindario.
- ¿Que ya no quiere? -Dijo el cornudo padre.
- ¡Infame! -Dijo el hermano manso.
- ¡Ingrata! -Dijo la madre estrecha.
Clarita sin resuello ya no quiere dar su leche.
- Que tiene la ubre inflamada de tanto apretón. -Dijo el gallo.
- Que tiene el lomo caliente. – Dijo la gallina.
- Que tiene patas para correr. –Dijo la yegua.
Clarita, con una abulia pinta y con la soga al cuello volvió al chiquero.
El día clareaba.
Sergio Astorga
Acrílico/tela 40 x 60 cm.

9 comentarios:

Freia dijo...

Clarita se rebela, sí señor. Que está bien harta de que de su leche se aprovechen otros. Pobre, mírenla con esos enormes ojos naranjas y las ubres fláccidas y doloridas...
(¿Por qué tiene el lomo caliente?)

Clarita, resiste...

Deliciosa acuarela, querido Sergio. Un abrazo lacteado y a manchas.

Maribel Romero dijo...

Lástima que esas patas para correr no le hayan servido en realidad para huir del establo ruin.
Al final aceptó sumisa su papel, pero es que la soga al cuello puede mucho. No es su culpa.

Bonita Clarita.

Abrazo muuuuuuu.

Alicia Uriarte dijo...

Sergio, las vacas siempre me han parecido unos animales dóciles y nobles. Bien es verdad que mi abuela tuvo una pinta en la cuadra del caserío. La misma colaboró en mi crianza y en la de mi hermano mayor. El resto de los nietos no tuvieron esa fortuna. La que tú nos presentas, al parecer, se ha cansado de la monotonía por su trabajo de dar leche y se ha sublevado momentáneamente. Hay un dicho, “a la vaca que no se cubre se le seca la ubre”. No será que clarita se ha escapado en busca de un toro que la consuele para poder dar leche con más alegría y menos abulia. Una pena que le hayan vuelto al chiquero sin conseguirlo.

Un abrazo.

Sergio Astorga dijo...

Condesa Freia, no está por demás decirle que semejantes abusos se han manifestado desde la domesticación y el triunfo mitotero del patriarcado. Hablando, claro está, del fenómeno vacuno, de ninguna manera vaya usted a creer que tal problemática se encuentra fuera del mundo rural.

El lomo caliente según los expertos, es a consecuencia de la ira acumulada. Algunos pensaban que se debía a la fricción cariñosa, ya de la mano que ordeña o, de las compañeras de estancia, pero se ha demostrado que eran falsas creencias. Es simplemente rabia acumulada.

La ventaja de Clarita se encuentra en que su umbral de dolor es en verdad sorprendente, puede pasarse largos años con el lomo hirviente.

Otra virtud digna de encomio es que la leche pocas veces se corta. Misterios de la granja.

Un abrazo descremado.
Sergio Astorga.

Sergio Astorga dijo...

Maribel, por tu comentario coligo que has visto casos similares al de Clarita, tu tierra es tierra de ganado bravo y sabes muy bien que el herradero es doloroso y que la soga al cuello no es fácil de quitar y para colmo a veces sus mismas compañeras de soga la increpan por tratar de liberarse. Como comentaba a la Condesa, es difícil la vida de los ungulados.

Muuuchas gracias por compartir tu visión.

Abrazos caporales.
Sergio Astorga

Olga Bernad dijo...

Vaya mirada de buena que le has conseguido a la pobre, más le valía torcer un poco el gesto. Angelica.
Abrazos.

Sergio Astorga dijo...

Olga, la bondad bovina es proverbial y como quisiera que el gesto se le mudara pero ya es imposible, ha quedado así por los siglos de los siglos de las aldeas.

Clarita cambia tu carita por otra menos bonita. Le pedía su abuela. Ella, su abuela, huyó pal monte sin decir agua va.

Abrazos sin torceduras.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Alicia, disculpa me salte, “brinca la vaquita, bríncala otra vez, bríncala de vuela que yo ya me cansé”.

La verdad no sé si Clarita anda en busca de toro, pero que la ordeña no ha parado, eso ni duda cabe.

“Tengo una vaca lechera. No es una vaca cualquiera. Me da leche descremada, ay que vaca tan salada tolón tolón tolón tolón”

Hablando de niñez, en los variados establos que había cerca de casa en Azcapotzalco, Ciudad de México, siempre me tocó ir por la leche ya de mañana, ya de tarde, y ver su mirada de leche cruda y ese olor a boñiga caliente. Tengo por los establos lecheros una fascinación torista.

Un abrazo vaquero.
Sergio Astorga

María Eugenia Mendoza dijo...

La pobre Clarita está adolorida, con el lomo ardiente y sus enormes ojos de vaca, me parecen entre suplicantes y resignados.
Ojalá la dejaran tomar vacaciones.

Con su mumumú, con su tintintín, la vaquita de Martín (Hermanos Rincón)
http://www.youtube.com/watch?v=2eM2EtLwlFE

Muuuuuuchos abrazos.