Se miraron con el cuerpo y las palabras manotean los días en compañía. Se van juntando poco a poco como la primera rama blanca que se dieron un viernes. Sus miradas no se deformaron por la altura. Ellos sabe que pronto les subirán el alquiler pero están seguros que la sombra que proyectan no se acaba.
DEMASIADO
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Nos lamentamos
de que era demasiado joven para morir,
pero olvidamos con frecuencia
que nunca eres demasiado
mayor para vivir.
Hace 1 hora.
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