jueves, 2 de octubre de 2008

Teotihuacan


En la ciudad de los Dioses estuvimos.
Engarzados al viento del oriente
con el saludo húmedo de Tlaloc.

El Dios Huehue nos amparó
con su bracero de tiempo
y el colibrí salió de su letargo.

No hay más orgullo
que ver la tierra a nuestros pies,
ni más gloria a nuestros ojos.
Águilas fuimos del paisaje.

Aquí nacimos otra vez.
Se inicia el movimiento de los cielos
y germina el corazón y el canto.

Aquí estuvimos,
en la casa de los Dioses
y la flor de pedernal
fue pluma de quetzal
en nuestras manos.
Sergio Astorga

Fotografía: Piramide del Sol vista desde la piramide de la luna. sa

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado...
No hay más orgullo
que ver la tierra a nuestros pies,
ni más gloria a nuestros ojos.
Enhorabuena
Pilar

Sergio Astorga dijo...

En hora buena tu llegada Pilar.
Gracias por subirte a la pirámide.
Un abrazo.
Sergio Astorga

Balovega dijo...

Bellisima poesía y extraordinaria fotografía...

Sergio Astorga dijo...

Balovega, esta es tu casa.
Gracias por tus comentarios,mi vanidad se inflama, mañana se me quita. No os preocupeis.
Un abrazo.
Sergio Astorga

Anónimo dijo...

Águilas fuimos
otra vez
se inicia el movimiento
en nuestras manos

Y sí, de nuevo todos en la rueda de la vida, Samsara.
Abrazo
Alejandro

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Y la flor de pedernal
fue pluma de quetzal
en nuestras manos.
Bellísimo canto, Sergio.
Abrazo de viento,
Izaskun

Sergio Astorga dijo...

Alejandro,un dos tres un dos tres, las cadencias invitan movimiento.
Que tengas buen ritmo.
Un abrazo
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Izaskun, cantemos dice Jaime Sabines"...al lado de las parturientas, al lado de los quebrados, cantemos"

Una turqueza para tu tarde.
Sergio Astorga