viernes, 6 de febrero de 2009

Después del almuerzo

Después del almuerzo
lámparas encendidas en la calle,
caravanas de labios satisfechos
y bajo de la mesa quieta
el infinito callado del abismo.

Después del almuerzo
barcas de madera entre las copas,
sonrisas en los dedos
y el mudo gesto exacto,
rudo y largo de las cosas.

Después del almuerzo,
sobre los tejados rojos,
solitarias vuelan las gaviotas
y un trozo de tiempo
me parte el pecho con silencio.
Sergio Astorga
Acuarela/papel 38 x 58 cm

19 comentarios:

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Qué preciosidad. Después leo, pero este bodegón, naturaleza muerta con reloj inluido, cuadro soberbio me ha encantado.
Un abrazo vivo.
Izaskun.

Lola Mariné dijo...

Bonito bodegón.
Y justo lo que hoy necesito: un poco de fruta.
Cuidado con esas gaviotas, que como sobrevuelen mi tejado lleno de gatos...

Anónimo dijo...

Bello y denso, como es habitual poema, trozos de tiempo que nos machacan tantas veces, así... en silencio.

El bodegón, absolutamente increible.

Un abrazo de madrugada.

Martha Jacqueline Iglesias Herrera dijo...

Sergio:
He de decir que quedo fascinada con tus pinturas, muy bien acompañadas de versos.
Un dueto maravilloso.
Enhorabuena.

Abrazo y feliz fin de semana.
Bye

Sergio Astorga dijo...

Izaskun,estos bodegones imaginarios, en donde pongo elementos que se me antojan sin que tengan una cooncordancia, tal vez refieran a impulsos comestibles y esa sensación de que el tiempo avanza de manera distinta y de repente se detine para fijar en nuestra mente imágenes indelebes y sensuales.Estos versos aluden a esta sensación.
Un abrazo con uvas.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Lola Mariné, estas gaviotas son fraernales, puede ser que en tu tejado gatos y gaviotes conversen sobre la manera de atrapar al pez.
Un poco de fruta para limpiar la visión.
Un abrazo con vitamina A.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Triana, como tu dices, denso, y quería comentarte que el tratamiento del mantel como si fueran rocas o hielo, ahora que lo estoy mirando me asaltan diversas interpretaciones, me quedo con la inicial; de niño siempre me gustó esconderme debajo de la mesa, cuando el mantel llegaba hasta el suelo, exitaba mi curiosidad, como si debejo de la mesa se escondieran los apetitos que no se demostraban delante de la comida.
Divagaciones de un bodegón.
Abrazo matutino.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Letraweb, tu comentraio que lleva a la reflexión, la mayoría de los poemas y pinturas que miras, fueron hechas en distintos momentos, independientes, fieles al intrumento de trabajo; cuando pinto no escribo y cuando escribo no pinto y después se encuentran o se acompañan, como si fueran dos versiones de un mismo tema.
Interesante no cres?
Un abrazo de sábado y domingo.
Sergio Astorga

Anónimo dijo...

Es interesante como analizas tu propia obra, creo a posteriori, creo que todos,al menos a mí, tambien me gustaba meterme debajo de los manteles o de las faldas de la mesa camilla, y más si no se daban cuenta, más de una vez me gané una buena regañina, porqué no me encontraban.
Un abrazo travieso.

Sergio Astorga dijo...

Triana, que me dices de los telones en el teatro o en los cines,a mi me tocó todavía asistir de niño a las grande salas,nada que ver con las mini salas de cineclub y asomarme para ver la orqueta o los actorres o la pantalla, es la tentación del mirón, de la curiosidad, de una tierna,dulce e inútil perversión.
Develar, en sentido literal, quitar velos al misterio es el placer del que quiere saber y a la vez un temor de saber lo que encontramos.
Un abrazo revelado.
Sergio Astorga

Miriam Jerade dijo...

Manteles blancos. Me encanta la acuarela, el almuerzo con gaviota y reloj. Un abrazo. Miriam

Sergio Astorga dijo...

Miriam, a esos manteles blancos les hace falta un buen molito, literlamente un mancha manteles.
Las horas en espera y la gaviota buscando hacer tierra.
Un abrazo de manteles largos.
Sergio Astorga

Raquel T. dijo...

El reposo del cuerpo alimentado y el alma, que se deja ir en la charla de sobremesa, la taza de café, que abre la posibilidad al momento perenne de las conversaciones, la tarde, que empieza justo en ese tiempo, indeciso entre la siesta y el diálogo de copa vacía...
Cada día debería permitir una sobremesa y cada sobremesa debería mostrarnos la necesidad de compartir mucho, todo.
Abrazos de palabras serenas sobre el mantel...

Raquel T. dijo...

Por cierto, Sergio, también a mí me fascinó la acuarela... ¿Me la puedo comer? ;)
Más abrazos, algo hambrientos de color...

Sergio Astorga dijo...

Raquel, una buena sobre mesa no se le niega a nadie, ni a uno mismo.
La sieta la dejamos para el fin de semana.
Me encantaría hecer cuadros comestibles, algunos con omega tres no estarían mal.
Gracias por tus comentarios.
Abrazos de tertulia.
Sergio Astorga

Maribel Romero dijo...

Precioso bodegón. Me seducen los relojes que dominan tu obra.

Un abrazo atemporal.

Maribel Romero dijo...

Parte de tu obra, quería decir.

Sergio Astorga dijo...

Maribel, son las 2 y cuarenta y cinco de la tarde, el tiempo domina mis acciones.
Un abrazo a tiempo.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Maribel, no siempre llego a tiempo.
Te quería aclarar.