martes, 21 de enero de 2014

Estancamiento


Ella, dormida sobre el agua y el ruiseñor cantando del otro lado de la muralla. El haz  solar quedó prisionero cuando en el reflejo, las claridades se estamparon en la retina. Abandonada, cubierta de cicatrices de agua 
azul cian, se gastan los caminos. 
Los sapos que la rondan, no consiguen despertarla. Ningún beso ha dejado la saliva cierta. 
El ruiseñor sigue ufano dando trinos. La disciplina de la imagen no se inmuta y todos, expectantes, esperamos a que algún día se despierte y nos mire nuestra cola anfibia de aristócratas. 

Sergio Astorga Fotografía: à Casa de Mateus,
a Mulher adormecida de João Cutileiro 

2 comentarios:

Alicia Uriarte dijo...

Sergio, una imagen admirable representando la escultura de un autor para el que "El arte sirve para hacer memoria" y "Vive respirando el polvo de las influencias de una vida".
Bello texto con el que has acompañado y, una vez más, pongo la música:
http://www.youtube.com/watch?v=yJxUqrWdUQw&list=FLC6c64lY2qy5GXVZ7M22HVQ&index=40

Un abrazo.

Sergio Astorga dijo...

Mi querida Alicia, tu capacidad de búsqueda no me dejará de admirar. Has ido al mismo palacio de Mateus.
La música de Morricone empalma bellamente.
Gracias.
Te visito, he estado atareado con el cambio de sistema operativo en el Abarrote.

Abrazos de memoria.